Cómo hacer la mejor salsa pesto casera, receta fácil

¿Qué sería de un plato de pasta sin una deliciosa salsa que lo acompañe? Pues una comida bastante aburrida. Prepara esta deliciosa receta de pesto casera y siéntete como en la misma Italia disfrutando de un plato de pasta.

La salsa pesto es una de esas recetas tradicionales italianas que han triunfando en medio mundo. Casi tanto como la salsa de tomate. El auténtico pesto procede de la región de Génova, por eso también se le llama pesto genovese. La receta tradicional del pesto se preparaba en un mortero. De hecho, la palabra pesto viene del vocablo pestare, que significa machacar.

Hoy en día es más rápido y fácil utilizar de un robot de cocina para triturar bien los ingredientes. No obstante, si quieres hacer la receta de pesto original, la auténtica, recupera ese mortero que seguramente tengas por casa y dale uso.

Cuando las recetas son tan sencillas como la de este pesto casero, es importante contar con buenos ingredientes. La calidad del parmesano y del aceite de oliva influyen en el resultado final, pero, sobre todo, el tipo de albahaca que uses. Esta tiene que ser lo más fresca posible, si tienes una plantita en casa mejor. También debes evitar maltratar las hojas, pues perderán sabor.

El pesto tradicional se hace con piñones. Sin embargo, hay que reconocer que es un ingrediente caro y no siempre tenemos en casa. Aunque los puristas no estén de acuerdo, se puede hacer salsa pesto sin piñones igual. Sin ir más lejos, aquí tienes un pesto de nueces que queda igual de rico que el original.

Con las cantidades que se proporcionan en esta receta se obtiene la cantidad necesaria de salsa como para aliñar unas tres o cuatro raciones de pasta, según el gusto de cada persona. Vamos con la receta.

Preparación. Cómo hacer salsa pesto para pasta

1. Lava las hojas de albahaca para retirar la posible suciedad que tengan. Colócalas sobre una servilleta de papel y déjalas seca al aire, sin estrujarlas.
2. Tuesta los piñones ligeramente en una sartén. No hace falta añadir nada de aceite, pero hay que tener cuidado porque se queman con mucha facilidad. No te despistes.
3. Ahora añade las hojas de albahaca, los piñones, el ajo y la sal en la batidora y tritura todos los ingredientes hasta formar una pasta. Si ves que te cuesta, se puede añadir un poco de aceite. Recuerda que, si lo haces con mortero, mejor.
4. Ahora añade el aceite de oliva virgen extra. Hazlo poco a poco, en forma de hilo, mientras sigues batiendo la mezcla. De esta forma se emulsionará mejor toda la preparación.
5. Finalmente, incorpora el queso parmesano rallado y mézclalo bien con una cuchara. Rectifica el punto de sal si fuera necesario.
6. Si ves que tu salsa de pesto casera ha quedado un poco espesa, se puede aligerar añadiendo un par de cucharadas del agua con la que hemos cocido la pasta.

Trucos y consejos para hacer salsa pesto casera

Es importante que no maltrates las hojas de albahaca, pues rápidamente se echan a perder. Evita estrujarlas con las manos. Si puedes escoger, elige las hojas más pequeñas, pues son más tiernas y más aromáticas que las grandes.

Es necesario que la albahaca esté bien seca cuando vayas a hacer tu salsa pesto casera. Si tienen humedad, el pesto quedará con un color verde pálido, blanquecino.

No tuestes los piñones en exceso, pues aportarían un sabor amargo a la salsa.

Lo ideal es consumir el pesto al momento para disfrutar de todo su aroma y sabor. No obstante, lo podemos conservar un par de días en la nevera. Para ello guardamos el pesto en un recipiente, vertemos un poco de aceite sobre él hasta cubrirlo y lo tapamos.

Cómo servir una pasta al pesto correctamente

Aunque la salsa pesto casera marida bien con todos los tipos de pasta, tradicionalmente se suele consumir con pastas largas, como los espaguetis, los linguini o los trenette al pesto que aparecen en la película Luca.

Es una salsa con un sabor bastante potente, así que no hace falta bañar la pasta en ella para disfrutar  de su aroma. Si no estás familiarizado con las proporciones, tendrás que ir probando.

Otros usos para la salsa pesto casera

Además de para aliñar pasta o gnocchi, el pesto puede tener más aplicaciones en la cocina.

• La albahaca combina fenomenal con las ensaladas, luego puedes agregar una cucharada de pesto en tus vinagretas o en tus aliños. La típica caprese con queso mozarella, tomate y albahaca es una perfecta candidata para aderezarla de esta manera. En ese caso, si vas a hacer una salsa pesto para ensalada, es recomendable que añadas un poco más de aceite de oliva para hacerla más fluida.
• ¿Y qué tal un gazpacho al aroma de albahaca? Vierte una o dos cucharadas al gazpacho cuando lo tengas listo y mézclalo bien.
• El pesto también queda genial en las pizzas. Añade unas cucharadas en la superficie de la pizza o bien, mézclalo con el tomate de la base.
• También puedes mezclar un poco de pesto con queso de untar. Así obtenemos una crema de queso al aroma de albahaca con mucha personalidad para disfrutar con el pan del desayuno, hacer canapés, dippear…
• Convierte un arroz hervido en una estupenda guarnición si lo mezclamos con un poco de pesto.
• Una salsa pesto casera también es ideal para acompañar pescados.
• El pesto más conocido es verde, pero existe otra variedad, pesto rojo, cuyo intenso color se debe a la presencia de tomates secos entre sus ingredientes. Si le añades un poquito de guindilla tendrá un punto picante delicioso.