Prueba esta receta de roscos de vino con aceite de oliva y no volverás a comprar los industriales. Quedan buenísimos, tiene un sabor mucho más natural que los comprados y, lo mejor de todo, son muy fáciles de hacer.
Una de las características de la repostería tradicional española es la sencillez de los ingredientes empleados. Un buen ejemplo de ello son estos roscos de vino, hechos con harina, vino dulce, aceite y poco más. Parece mentira que con tan poco obtengamos uno de los dulces navideños más ricos, al menos para mi gusto.
Como ya te he adelantado, para elaborar estos roscos de vino he usado aceite de oliva en lugar de manteca de cerdo, que suele ser el ingrediente estrella de este tipo de dulces. No te voy a decir que al hacerlos con aceite son más saludables, pues con la cantidad de azúcar y de harina que llevan, aquí no se puede hablar de nada saludable.
La razón de usar aceite de oliva en lugar de manteca es, simplemente, darles un gusto y una textura diferente. Además, preparar roscos de vino con aceite de oliva es una buena alternativa para quienes son reacios a usar manteca de cerdo o para cuando no tenemos este ingrediente en casa.
Estoy deseando que veas lo sencillos que son de preparar, así que ahora mismo paso a contarte cómo hacer roscos de vino caseros y fáciles.
Ingredientes para hacer roscos de vino con aceite de oliva. Cantidades para 20 unidades
- 300 g de harina de trigo de todo uso
- 125 g de vino dulce de Málaga
- 125 g de aceite de oliva
- 80 g de azúcar blanca
- 1,5 cucharaditas de anís en grano
- 1 cucharadita de sésamo tostado
- 1 trozo de cáscara de naranja
- — PARA REBOZAR LOS ROSCOS —
- 65 g de azúcar glas
Cómo hacer roscos de vino con aceite de oliva
Preparando los ingredientes
- En primer lugar, vamos a tostar la harina. Para ello extiende la harina sobre la bandeja de horno cubierta con papel vegetal y hornéala a 170º durante 20 minutos más o menos.
- A mitad del horneado abre el horno y remueve la harina para que se tueste de manera uniforme. La harina estará lista cuando haya tomado un ligero color rubio. No la pierdas de vista porque no queremos que se queme.
- Una vez esté tostada la harina, coge el papel de horno por las esquinas y trasládala a un tamiz o colador. Tamízala para eliminar los grumos y reserva.
- Mientras se tuesta la harina, vierte el aceite de oliva en un cazo y fríe la cáscara de naranja durante 5 o 6 minutos más o menos. Reserva.
- Por otro lado, machaca ligeramente el anís y el sésamo en un mortero. No necesitamos hacerlos polvo por completo, simplemente reducir un poco el tamaño de los granos para que no se noten al comer los roscos.
Haciendo la masa de los roscos
- En un recipiente amplio mezcla la harina tostada, el azúcar, el anís y el sésamo. Añade el aceite, ya frío y sin la cáscara de naranja, y el vino dulce.
- Trabaja solamente hasta que todos los ingredientes estén integrados, sin amasar en exceso. Si te es más cómodo, puedes trasladar la mezcla a la encimera de la cocina y terminar de integrar todo ahí. Deberás obtener una masa densa y que prácticamente no se pegue a las manos.
- Forma una bola con la masa, aplástala un poco y envuélvela en film transparente. Deja reposar unos 30 minutos en la nevera.
Horneado y terminación de los roscos de vino
- Una vez haya reposado la masa, estírala con un rodillo hasta que tenga 1 cm de grosor. Puedes cubrirla con el plástico para que la masa no se te pegue al rodillo.
- Corta los roscos de vino. Yo he usado un cortapastas de 5,5 cm de diámetro para la parte exterior y una boquilla de repostería para el interior.
- Coloca los roscos de vino sobre la bandeja del horno cubierta con papel. Los puedes poner bastante juntos ya que prácticamente no crecen a lo ancho. A mí me cupieron los 20 roscos en la misma bandeja.
- Hornea a 170º durante 20 minutos aproximadamente o hasta que veas que los bordes están ligeramente dorados. No los hornees en exceso pues quedarán duros y secos.
- Saca del horno los roscos y deja que se templen un poco. Cuando aún estén calientes pero ya los puedes tocar sin quemarte, rebózalos en abundante azúcar glas.
- Finalmente, colócalos sobre una rejilla y deja que se enfríen por completo.
Consejos para hacer roscos de vino con aceite de oliva
- Acuérdate de colocar el papel antes de echar la harina sobre la bandeja del horno. Te será mucho más fácil trasladar y manejar la harina una vez tostada.
- El tiempo de horneado que te indico es orientativo. Los roscos tardarán más o menos tiempo en estar listos en función del grosor que tengan o de las características de tu horno. Ten en cuenta que, al contrario de lo que ocurre con las galletas, por ejemplo, los roscos no cambian mucho de color al cocinarse, así que deberás tener cuidado con hacerlos de más.
- Es posible preparar los roscos con antelación. Te pueden aguantar en buenas condiciones unas dos semanas.
- ¿Cómo conservar los roscos de vino? Muy fácil. Los puedes envolver en papel de seda, de esos que usamos para los polvorones, o guardarlos tal cual en un recipiente bien cerrado. Eso sí, deberás dejarlos enfriar por completo antes de guardarlos.
- Si no tienes un cortapastas ni una boquilla de repostería, puedes cortar los roscos con un vaso pequeño y un descorazonador de manzanas, por ejemplo.
Qué sustituciones se pueden realizar en esta receta de roscos de vino
- Yo he aromatizado los roscos con anís y sésamo, pero también les puedes añadir un poquito de canela o ralladura de limón o de naranja. No obstante, no te excedas con los aromas pues se restará protagonismo al sabor de los demás ingredientes.
- Es posible sustituir el vino de Málaga por otro vino dulce tipo Pedro Ximénez u Oporto.
- En lugar de aceite de oliva puedes usar manteca de cerdo. El sabor será ligeramente y la textura será algo más quebradiza, pero quedarán también ricos.
- Esta receta lleva harina de trigo blanca, de todo uso. No te recomiendo hacerla con harina integral ni de otra clase ya que el resultado será peor.