La receta de potaje de vigilia tradicional es una de las más típicas de Semana Santa. Recetas de potaje hay muchas, algo habitual cuando hablamos de este tipo de platos pues en cada región, incluso en cada familia, se cocina de una manera determinada. Este potaje de garbanzos, bacalao y espinacas es el que suele hacer mi madre y a todos en casa nos encanta. Espero que a ti también te guste.
Ahora mismo verás que hacer potaje de bacalao y espinacas es mucho más fácil de lo que parece. El único secreto reside en emplear ingredientes de calidad y cuanto más naturales, mejor. Actualmente el tiempo para dedicarle a la cocina es más bien limitado, por eso, aunque lo ideal es cocer los garbanzos en olla tradicional, yo he usado la olla rápida para hacer el potaje y la verdad es que el resultado es muy bueno. Por otro lado, usar caldo de pescado para rematar el potaje en lugar de agua le aporta un sabor más intenso y compensa que el garbanzo no haya cocido al chupchup.
Según estoy escribiendo esto se me hace la boca agua al recordar lo bueno que estaba, así que paso ahora mismo a contarte cómo hacer potaje de vigilia con garbanzos, espinacas y bacalao.
Ingredientes para hacer potaje de vigilia. Cantidades para 5 o 6 raciones
- 300 g de garbanzos pesados en seco
- 250 g de espinacas frescas
- 500 g de bacalao desalado
- 1 l de caldo de pescado
- 2 tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 trozo de pan duro
- 2 huevos duros
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón dulce
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Cómo preparar potaje de vigilia con bacalao y espinacas
Pasos previos
- Comenzamos nuestra receta de potaje de vigilia preparando un caldo de pescado bien sabroso. Si andas mal de tiempo puedes usar uno envasado, pero lo cierto es que no queda igual. Mi caldo llevaba cabezas de langostinos, unas espinas de rape, una cebolla, un par de hojas de laurel y una ramita de apio. Te aconsejo que no le añadas sal.
- La noche anterior pon a remojar los garbanzos con abundante agua. Se suelen tener hidratándose durante unas 12 horas más o menos. Si se te ha olvidado este paso puedes hacer la receta con garbanzos de bote, de los que vienen ya cocidos. Es una solución muy socorrida y creo que, a diferencia de lo que ocurre con el caldo industrial, el potaje queda bastante resultón.
- Por otro lado, prepara el bacalao si el que vas a usar no está ya desalado. Para ello deberás sumergirlo en agua fría entre 48 y 36 horas, dependiendo del grosor de las piezas, y realizar 3 cambios de agua. Para que sea más fácil que el bacalao suelte la sal, colócalo con la piel hacia arriba. Cuando esté desalado, córtalo en trozos pequeños y resérvalo.
Cuece los garbanzos
- Comienza poniendo los garbanzos a cocer. Recuerda que los garbanzos se cuecen partiendo del agua ya caliente. Yo los cociné en olla rápida y los tuve 20 minutos una vez que subieron las anillas de mi olla. Si vas a usar el método de cocción tradicional, tardarán unos 60 minutos más o menos en estar listos. Obviamente, si vas a hacer potaje con garbanzos de frasco te saltarás este paso.
Prepara el sofrito del potaje
- Para hacer el sofrito pica los dientes de ajo, la cebolla, el puerro y los tomates pelados. Para retirar la piel de los tomates yo tengo un pelador que funciona muy bien pero, si tú no cuentas con él, puedes escaldarlos previamente.
- Vierte un poco de aceite de oliva virgen extra en una cazuela y pon a pochar el ajo y la cebolla ya cortaditos. No te olvides de echar un pelín de sal para ayudar a que la cebolla suelte el agua. Cocínalos a fuego lento durante unos 10 minutos más o menos.
- Incorpora el puerro y sigue pochando todo otros 10 minutos.
- Cuando estos ingredientes estén bien blanditos, añade el tomate cortado en concassé, en cubitos pequeños, vaya. Sube un poco el fuego para que se evapore el agua del tomate y cocínalo todo durante otros 10 minutos.
- Mientras tanto, corta el pan en trocitos y fríelo en abundante aceite. Añádelo al sofrito. Si quieres simplificar un poco la receta puedes saltarte el paso de freír el pan.
- Incorpora el pimentón dulce teniendo cuidado de que no se queme. Cuando esté listo, resérvalo.
Termina de preparar el potaje
- Coge otra olla o cazuela amplia, que es donde vas a unir todos los ingredientes del potaje. Ahí mezcla el sofrito con el caldo y tritúralo hasta que la textura quede fina.
- Ahora añade las espinacas al caldo y cuécelas unos minutos hasta que estén completamente tiernas. Aunque veas mucho volumen al principio, comprobarás que se quedan en nada.
- Incorpora los garbanzos cocidos y los trocitos de bacalao. Dales un hervor de 5 minutos, hasta que el bacalao esté hecho. No te excedas con la cocción para evitar que el pescado quede seco.
- Finalmente, comprueba el punto de sal antes de añadirle más, pues si el bacalao no estaba completamente desalado es posible que no necesites añadirle nada más. Sirve tu potaje de vigilia bien calentito.
¿Cómo conseguir que la consistencia del caldo quede a nuestro gusto?
Uno de los secretos para que un potaje esté rico es el espesor del caldito, el cual tiene que quedar a gusto de cada uno. A unos les gustará más ligero, mientras que otros buscarán un guiso más contundente. A continuación te doy algunos consejos y trucos para que lo consigas hacer a tu gusto.
- La proporción de líquido que te doy es orientativa. Yo usé 1 litro, pero ten preparado un poco más de caldo de pescado por si lo quieres más ligero o si se ha consumido en exceso durante la cocción.
- Si buscas un caldo ligero, también puedes prescindir del pan y al contrario, si eres amante de los guisos contundentes puedes añadirle más.
- Otra forma de espesar el potaje sin recurrir al pan es triturar unos cuantos garbanzos y devolverlos al caldo. Es la opción a elegir cuando hay celíacos en casa.
- ¿Más propuestas? Una vez frito el pan puedes machacarlo en un mortero junto con las yemas de los huevos y añadirlo al potaje.
Más consejos para hacer potaje de garbanzos, espinacas y bacalao
Seguro que ya lo sabes, pero este tipo de guisos y platos de cuchara ganan en sabor si los preparamos con antelación. Así que puedes dejar tu potaje de vigilia preparado de víspera para disfrutar a tope al día siguiente.
Este potaje de garbanzos, bacalao y espinacas se congela de maravilla. Puedes preparar raciones de más y meterlas en el congelador sin miedo a que se eche a perder.
Como te comento más arriba, cuando cocinamos con bacalao hay que tener cuidado con la sal.
Emilio dice
Este potaje me encanta pero ya no solo para semana santa, sino para todo el año, hasta en verano lo hacemos jajajaj. Me encanta acompañado de un vino blanco de utiel requena que son mis favoritos.
Espectacular 😀
Código Cocina dice
Me alegra que te guste. No conozco el vino de esa zona, pero seguro que está buenísimo. Saludos.
Spiderman37 dice
Qué bueno el potaje de garbanzos. Un plato muy sano, por cierto. Saludos
Código Cocina dice
Totalmente. Todo lo que lleva es bueno y saludable. 🙂