Me encantan las salsas de miel y mostaza. Es una combinación de ingredientes capaz de realzar el sabor de carnes y pescados hasta niveles insospechados. Si te gustan los sabores potentes esta receta de pechugas con salsa de miel y mostaza te va a encantar, así que te recomiendo que no pierdas detalle.
El pollo es un ingrediente barato y muy versátil, pero no solemos pensar en él cuando queremos preparar una receta que sorprenda a nuestros comensales. Sin embargo, es posible convertir unas aburridas pechugas de pollo en un plato de sabor extraordinario. ¿Cómo? Pues acompañándolas de la salsa adecuada, por ejemplo. En este caso se trata de una salsa muy fácil de hacer, en la que el gusto intenso y ligeramente picante de la mostaza queda matizado con el dulzor de la miel.
Para que la salsa sea todo un éxito te recomiendo emplear una mostaza de calidad. Puede ser de Dijon o de otra variedad que te guste, pero procura que no sea la típica mostaza barata de bote. Por otro lado, te recomiendo elegir una miel que sea de sabor intenso, para que no quede completamente eclipsada por la fuerza de la mostaza.
¿Quieres saber cómo hacer pechugas de pollo con salsa de miel y mostaza y que te queden deliciosas?
Utensilios para hacer pechugas de pollo con salsa de miel y mostaza
- Una fuente apta para el horno
- Sartén para dorar las pechugas y hacer la salsa
- Cuchillo afilado
- Tabla de cortar
Ingredientes para hacer las pechugas con salsa de miel y mostaza. Cantidades para 3 o 4 raciones
- 1 pechuga de pollo cortada a la mitad (entre 500 y 600 g)
- 100 g de miel (7 cucharadas)
- 80 g de mostaza (4 cucharadas)
- 200 ml de nata para cocinar
- 150 ml de caldo de pollo
- sal
- pimienta
- aceite de oliva virgen extra
- ramita de romero (opcional)
Cómo hacer pechugas con salsa de miel y mostaza
- Salpimenta las pechugas de pollo. Asegúrate de que están bien limpias, sin restos de grasa ni telillas.
- Vierte un poco de aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, dora las pechugas por ambas caras. No tienen que hacerse del todo, sino simplemente sellarse y adquirir un tono dorado. Cuando estén listas, resérvalas.
- Precalienta el horno a 180 ºC.
- Ahora le toca el turno a la salsa. Para aprovechar los jugos que ha soltado el pollo, en la misma sartén añade la nata, el caldo, la miel, la mostaza. Si vas a aromatizarla con el romero, separa las hojitas de la rama e incorpóralas también. Cocina la salsa durante unos 10 minutos a fuego medio hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. En mi caso no hizo falta añadir sal, pues la mostaza que usé ya era bastante sabrosa. No obstante, prueba el punto de sal de tu salsa y, si ves que le hace falta, añade un poco más.
- Coloca las pechugas en una fuente apta para el horno y cúbrelas con la salsa de miel y mostaza. Procura que la fuente no sea excesivamente grande para que las pechugas queden bien cubiertas con la salsa.
- Cocina el pollo en el horno a 180 ºC durante 20 minutos aproximadamente. En medio de la cocción puedes abrir el horno y regarlas con un poco de la salsa para evitar que se sequen en exceso.
- Pasado el tiempo de cocción, saca la bandeja del horno. Verás que las pechugas están bien hechas y que la salsa de miel y mostaza ha espesado ligeramente. Si quieres una salsa aún más espesa, retira las pechugas y deja la salsa en el horno durante otros 15 minutos para que reduzca un poco más y su sabor se vuelva más intenso todavía.
- Finalmente, presenta esta deliciosa receta de pechugas con salsa de miel y mostaza. Para ello corta las pechugas en trozos del grosor que más te guste y riégalas con la salsa.
Consejos para hacer las pechugas con salsa de miel y mostaza
- Con la proporción de ingredientes que te doy obtendrás una salsa de sabor bastante intenso. No obstante, puedes ajustar la cantidad de ingredientes a tu gusto. Si no te va mucho la mostaza puedes reducir la cantidad de esta. De igual forma, si estás intentando hacer una dieta baja en azúcares, rebaja la cantidad de miel. En este último caso te recomiendo también añadir menos líquido, pues la miel actúa como espesante de la salsa.
- Puedes emplear esta misma salsa para acompañar unos filetes de pollo hechos a la plancha o cualquier otra receta a base de pollo.
Ideas para acompañar las pechugas con salsa de miel y mostaza
- En la imagen puedes ver una guarnición que le va como anillo al dedo a esta receta. Se trata de unas patatas asadas al horno con especias. Están buenísimas y las puedes hacer al mismo tiempo que las pechugas. No obstante, el plato estará rico con cualquier guarnición a base de patatas: fritas, en gajos, salteadas…
- La salsa de miel y mostaza que acompaña esta receta combina genial con el arroz. Prueba el plato con un delicioso y aromático arroz basmati para darle un ligero punto exótico.
- Para aligerar un poco el aporte calórico, pues no nos olvidemos que el plato incluye una buena cantidad de miel, ¿qué tal unas verduras al vapor? Estarán muy ricas mezcladas con la salsa y aportarán muy pocas calorías extra.
- ¿Has probado alguna vez los chips de boniato? Están muy ricos y a este plato le aportarían un punto crujiente delicioso.
larry dice
Me gustan las recetas de CODIGO COCINA
Código Cocina dice
¡Me alegro mucho! Gracias por tu comentario.
1pepe dice
Muy sabrosso
Shirley Vargas dice
Deseo aprender más recetas
Código Cocina dice
Echa un vistazo al blog, porque tengo unas cuantas.