Este pastel de acelgas y calabacín es una receta ideal para aquellos que no son muy aficionados a las verduras. Queda muy jugoso y está mucho más rico de lo que parece, te lo aseguro. ¿Quieres saber cómo prepararlo?
Me gustan mucho las recetas de verduras y procuro comerlas a diario. Sin embargo, pese a la gran variedad de vegetales que existe, a veces se me acaban las ideas para cocinarlos y me acabo aburriendo. En ese momento hago un poco de investigación o tiro de creatividad para encontrar recetas nuevas.
Como resultado de una de esas situaciones surgió este pastel de acelgas y calabacín. Aunque a priori puede parecer un plato algo soso (la acelga no es el vegetal más popular), el pastel queda realmente sabroso y muy apetecible.
El truco para que salga tan rico es sofreír muy bien las verduras antes de mezclarlas con la nata, los huevos y el resto de ingredientes. Tardan un poquito en hacerse pero quedan muy bien. Al pocharlas se caramelizan ligeramente y adquieren mucho más sabor que si simplemente las cociéramos o cocináramos al vapor.
Por lo demás, vas a ver que el pastel no tiene ninguna dificultad. Va cocinado al baño María para que el cuajado sea más uniforme y no nos queden los bordes secos o el centro líquido. Más abajo te explico en qué consiste este método de cocción.
Dicho todo esto, ¿quieres saber cómo hacer pastel de acelgas y calabacín para que triunfes en casa con un plato de verduras? Pues aquí tienes la receta.
Ingredientes para hacer pastel de acelgas y calabacín. Cantidades para un molde de unos 28 cm de largo
- 400 g de acelgas
- 400 g de calabacín
- 1 puerro
- 5 huevos grandes
- 300 g de nata para cocinar*
- 15 g de queso parmesano rallado (2 cucharadas)
- pimienta blanca
- nuez moscada
- aceite de oliva virgen extra
- sal
* La nata para cocinar que yo he usado tiene un 18 % de materia grasa. La nata es lo mismo que la crema para batir o crema de leche.
Cómo hacer pastel de acelgas y calabacín
Trocea los vegetales
- Empezamos preparando los vegetales y cortándolos en trocitos pequeños para se cocinen bien. Además, de esta forma quedan distribuidos de manera homogénea por todo el pastel.
- Antes que nada, lava bien el calabacín, las acelgas y el puerro. Hazlo con cuidado, pues tanto las acelgas como el puerro traen algo de tierra a veces.
- Seguidamente, pica el puerro en trocitos pequeños. También corta el calabacín en cubitos. Yo dejé la piel, pero puedes quitársela si lo prefieres.
- En cuanto a las acelgas, separa las pencas (la parte blanca) de las hojas. Retira las hebras que hay en la superficie de las pencas y córtalas en trocitos pequeños. Haz lo mismo con las hojas.
Cocina los vegetales
- Una vez tengas listas las verduras, vierte en una sartén un buen chorro de aceite de oliva.
- Ahora vamos a ir añadiendo los vegetales en función de su dureza, de más a menos. Así conseguiremos que todos los ingredientes queden bien blanditos sin que se nos queme ninguno.
- Empieza incorporando el puerro y, a fuego medio, póchalo durante 10 minutos más o menos. Añade también un pelín de sal.
- Cuando comience a ablandarse, añade las pencas de las acelgas troceadas. Cocina otros 10 minutos.
- Seguidamente incorpora el calabacín y, cuando comience a estar tierno, las hojas de las acelgas. Estas tardarán muy poquito en estar listas.
- Sigue cocinando hasta que todos los vegetales estén bien pochaditos.
Hornea el pastel de acelgas y calabacín
- Prepara un molde alargado engrasándolo con mantequilla y forrándolo con papel de horno. Si no tienes papel de horno, puedes cubrirlo con pan rallado. Mi molde tiene 28 cm de largo.
- Por otro lado, casca y bate los huevos en un recipiente amplio. Vierte la nata para cocinar y el queso rallado. Añade también pimienta, nuez moscada y sal al gusto.
- Incorpora las verduras que acabas de cocinar y mezcla todo bien.
- Vierte esta preparación dentro del molde. Vamos a cocinar el pastel al baño María, así que deberás colocar este molde dentro de un recipiente más grande. En este último, en el grande, vierte la suficiente cantidad de agua como para que llegue hasta un poco más de la mitad del molde.
- Hornea el pastel a 180º durante 35 minutos o hasta que esté cuajado. Puedes comprobar que está hecho clavando un palillo en el centro.
- Una vez esté cuajado tu pastel de acelgas y calabacín, sácalo del horno y deja que se temple. Cuando ya no queme puedes desmoldarlo y cortarlo en porciones para servirlo.
Consejos para hacer pastel de acelgas y calabacín
- Si has engrasado y forrado bien el molde deberías desmoldar el pastel sin problemas. No obstante, si ves que se agarra un poco al molde puedes pasar un cuchillo por el borde para despegarlo.
- Este pastel de acelgas y calabacín puedes tomarlo tanto caliente como frío. Está rico de todas las maneras.
- Si dejas reposar el pastel unas horas, notarás que las porciones se cortan mejor. Esto no afecta al sabor, pero te lo comento por si ves que el aspecto del interior de tu pastel es diferente al mío. Para hacer las fotos de la receta yo preparé el pastel de un día para otro, por lo que el corte de las porciones me quedó más limpio que si las hubiera cortado en el momento.
- Te aconsejo verter el agua del baño María una vez hayas colocado los recipientes en la bandeja del horno. Así evitamos salpicaduras.
- Si ves que la parte de arriba del pastel se tuesta mucho durante el horneado, cúbrelo con un trozo de papel de aluminio.
Algunas variaciones de este pastel de acelgas y calabacín
- En lugar de puerro puedes emplear cebolla.
- Como te decía más arriba, para hacer esta receta he usado nata para cocinar, la cual tiene menos grasa que la nata para montar. Si quieres que el pastel sea aún más ligero, puedes sustituirla por leche evaporada.
- Puedes hacer este mismo pastel utilizando moldes individuales, tipo flaneras. En ese caso deberás reducir el tiempo de horneado a la mitad, más o menos.