La pasta es uno de los ingredientes más versátiles que hay, ¿verdad? Combina a la perfección con multitud de alimentos y es muy fácil de preparar. En esta ocasión he querido acompañarla de frutos del mar y el resultado es una riquísima receta de pasta con salmón y gambas que te va a encantar.
Para elaborar este plato yo he elegido salmón fresco y unas gambas congeladas, que estamos en plena cuesta de enero. No obstante, puedes darle más presencia al plato añadiendo unos langostinos.
Como en todo plato de pasta, la salsa es fundamental. Le aporta carácter y sirve de ligazón entre todos sus ingredientes. La encargada de darle suavidad a esta receta es una deliciosa salsa de nata con un toque de parmesano. En Italia no tienen la costumbre de añadir parmesano a los platos que llevan pescado, pero aquí sí se hace. Por tanto, si quieres conservar ese espíritu italiano, no eches parmesano en esta receta.
Como verás, en este plato empleo la mantequilla en lugar del aceite de oliva para saltear los ingredientes. Esto le da un gusto muy rico y ligeramente distinto, pero, si lo prefieres, puedes utilizar aceite de oliva.
¿Quieres saber cómo preparar pasta con salmón y gambas de manera fácil y muy sabrosa? Pues no te pierdas esta receta en la que te lo explico paso a paso.
Utensilios necesarios para hacer pasta con salmón y gambas
- Cazuela o sartén para preparar la salsa
- Cazuela u olla para hervir la pasta
- Cuchillo afilado
- Tabla de cortar
Ingredientes para hacer pasta con salmón y gambas. Cantidades para 4 raciones
- 300 g de pasta (preferiblemente larga: espaguetis, fettuccine, tagliatelle…)
- 200 g de gambas
- 500 g de salmón fresco
- 600 ml de nata para cocinar
- 40 g de mantequilla
- 1 ajo
- 1 puerro
- 60 g de queso parmesano rallado (opcional)
- sal
- pimienta
- eneldo
Cómo hacer pasta con salmón y gambas paso a paso
Para elaborar los platos de pasta yo suelo comenzar por la salsa y, una vez que está lista, cuezo la pasta. Así evito que se reseque y controlo mejor el punto de cocción, pues no estoy distraída realizando otros pasos de la receta. Si quieres saber más sobre cómo cocer la pasta correctamente, aquí te dejo un enlace con 10 trucos y consejos para cocinar la pasta.
- Retira la piel del salmón y córtalo en taquitos de unos 2 cm de lado.
- Calienta la mantequilla en la sartén a fuego medio. Vigílala, pues la mantequilla se quema con cierta facilidad.
- Sube un poco el fuego y saltea ligeramente los trozos de salmón, pero solo vuelta y vuelta. Así sellamos el salmón, le damos un aspecto más apetecible y evitamos que se cueza cuando lo juntemos con la nata. Resérvalo.
- En la misma sartén, saltea las gambas y resérvalas también.
- Es el turno de las verduras. Corta el ajo en láminas finitas. Lava bien el puerro para eliminar la posible tierra que pueda tener y trocéalo.
- Dora el ajo en la sartén que estás utilizando. Si ves que necesitas un poco más de mantequilla o aceite, añádelos.
- Incorpora el puerro y deja que se poche a fuego medio durante unos 12 minutos, hasta que veas que se pone blandito y ligeramente transparente.
- Añade la nata y la mitad del queso parmesano, si es que lo vas a usar. Deja reducir la salsa unos 5 minutos y salpimenta a tu gusto.
- Incorpora el salmón y las gambas, cocina la mezcla de todos los ingredientes un par de minutos más y reserva la salsa.
- Cuece la pasta según las indicaciones del paquete. Reserva parte del agua de la cocción.
- Comprueba que la textura de la salsa sea de tu agrado y, si fuera necesario aligerarla un poco, emplea parte del agua de cocción de la pasta.
- Cuando tengas lista la pasta incorpórala a la salsa, mezcla un poco todos los ingredientes y sírvela cuando aún esté caliente. Espolvorea con otro poco de queso parmesano y un pellizco de eneldo.
Variaciones para hacer esta receta de pasta con nata
- Como te comentaba al principio de la receta, puedes sustituir las gambas por langostinos o gambones.
- En lugar de emplear salmón fresco puedes utilizar salmón ahumado. En ese caso no hace falta que lo saltees previamente. Te bastará con incorporarlo a la salsa una vez esté preparada.
- La salsa de esta receta está inspirada en la salsa Alfredo, la cual se elabora a base de mantequilla y nata. Resulta deliciosa, pero es cierto que es bastante calórica. Si quieres reducir la cantidad de grasas saturadas puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva y emplear una nata de cocinar ligera. También la podrías sustituir por leche evaporada, aunque el resultado no sería el mismo.
- ¿No tienes queso parmesano? Sustitúyelo por un grana padano, más barato que el parmesano, o por otro queso de sabor intenso.
- Puedes sustituir el puerro por cebolla, cebolleta, chalota…
- El salmón combina estupendamente con el eneldo, pero si no dispones de esta hierba aromática utiliza en su lugar cebollino picado o perejil.