Esta receta de pasta con calabacín y feta queda mucho más rica de lo que pueda parecer. Lleva pocos ingredientes, cierto, pero estos combinan estupendamente entre sí. El resultado es un plato de pasta ligero y apetecible ¿Te apetece probarlo?
Receta de pasta con calabacín y queso feta
Cuando veo platos de pasta hechos en Italia pienso que fuera de sus fronteras tendemos a sobrecargar las recetas con mucha variedad y cantidad de ingredientes. Allí, en cambio, les gusta más disfrutar del sabor y la textura propios de la pasta.
Por esa razón creo que esta receta de pasta con calabacín y queso feta gustaría a los italianos, pues los ingredientes que la acompañan no enmascaran su sabor, sino más bien lo complementan.
Para hacer este plato he elegido un tipo de pasta llamado farfalle, que en italiano significa «mariposas». En España, en cambio, la solemos llamar lacitos o pajaritas. Tienen una forma muy graciosa y visualmente hacen más atractivo el plato, sobre todo para los niños. Si no tienes farfalle en casa, pues utilizar macarrones o cualquier otra pasta corta.
Antes de ir con la receta, te comento que, aunque inicialmente pensé el plato para consumirlo en caliente, el caso es que también está muy rico frío, como si fuera una ensalada. Dejo a tu elección la manera de degustarlo.
Y ahora sí, vamos a lo que de verdad interesa. Veamos cómo hacer pasta con calabacín y feta.
Ingredientes para hacer pasta con calabacín y queso feta. Cantidades para 4 raciones
- 320 g de pasta corta
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla grande
- 900 g de calabacín (2 unidades grandes)
- 275 g de queso feta
- pimienta negra
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- albahaca fresca
Cómo hacer pasta con calabacín y queso feta
- Corta la cebolla en juliana, es decir, en tiras finas, y el diente de ajo en trocitos pequeños. Para este último, puedes usar un prensador de ajos, que lo deja bien machacadito.
- En una sartén amplia, vierte un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente, echa la cebolla y póchala a fuego medio. Añade un poco de sal para ayudar a que se haga antes. Cocina unos 15 minutos, hasta que la cebolla esté bien blandita, pero vigilándola para que no se queme.
- Mientras, lava los calabacines y córtalos en cubitos pequeños. No es necesario que los peles, pero puedes hacerlo si quieres. Incorpóralos a la sartén y cocínalos el tiempo necesario para que se ablanden.
- Por otro lado, cuece la pasta hasta que esté al dente. Fíjate en las indicaciones del paquete para saber cuánto tiempo la tienes que cocer.
- Una vez esté lista, añade la pasta a la sartén donde tenías la cebolla y saltéala unos minutos para que tome el sabor de las verduras. Añade un cacito del agua de cocción para que no se reseque.
- Corta el queso feta a cubitos e incorpóralo ya fuera del fuego. Añade también la albahaca fresca troceada y un toque de pimienta negra recién molida.
- Riega con otro poquito de aceite virgen extra y mezcla todo bien antes de servir tu pasta con calabacín y feta.
Consejos para hacer pasta con calabacín y queso feta
Ten en cuenta que, una vez cocida la pasta, le vamos a dar un salteado con el resto de ingredientes. Por tanto, es importante que la dejes al dente y no te excedas cociéndola. Cocer la pasta al dente significa que esta ofrezca un poquito de resistencia al morderla, que no esté completamente blanda.
Cocina el calabacín hasta que quede a tu gusto. En este tipo de recetas a mí me agrada dejarlo un pelín crujiente, pero si lo prefieres más blandito, perfecto.
Por lo general, el queso feta es bastante salado. Tenlo en cuenta a la hora de condimentar el plato. Y hablando de queso. Procura incorporarlo al final, una vez hayas retirado la pasta del fuego. Si cocinas el queso feta se derretirá, lo cual no está mal, pero el plato te quedará con un aspecto diferente.