Los hábitos de vida cambian y con ellos, nuestros hábitos en la cocina. Por suerte, la tecnología avanza no solo para ayudarnos a cocinar con menos esfuerzo, sino también para dar respuesta a nuevas necesidades. Así, en poco tiempo hemos pasado de la olla, a la freidora de aire.
Nuevo estilo de vida, nuevos hábitos en la cocina
En los últimos años nuestra forma de cocinar en casa ha cambiado respecto a pocas décadas atrás. Es lo natural, pues en muchos aspectos nuestro estilo de vida tampoco es el mismo.
Hoy en día vivimos con un ritmo frenético y ajetreado que nos obliga a programar los minutos que podemos dedicar a cada tarea diaria. Una de estas actividades es la cocina, pues alimentarnos, tenemos que seguir haciéndolo, evidentemente.
Al mismo tiempo que ha crecido nuestra falta de tiempo, también ha aumentado el interés por llevar una alimentación más saludable. Ahora somos más conscientes de lo que comemos. No solo miramos las etiquetas de los productos y nos interesamos por su procedencia o composición nutricional, sino que también buscamos la mejor forma de cocinar los alimentos.
Por otro lado, factores como el decreciente número de miembros por hogar, el auge de la comida a domicilio o la proliferación de establecimientos donde podemos adquirir comida ya preparada, también han influido en nuestros hábitos culinarios.
La industria del menaje y del pequeño electrodoméstico, consciente de estos cambios, busca darle respuesta a estas nuevas necesidades. Gracias a la evolución de la tecnología, constantemente están surgiendo nuevos productos que nos permiten disfrutar de una cocina mejor equipada, más práctica y más sencilla de usar.
Si hace unas décadas la olla a presión llegó para revolucionar nuestras cocinas, hoy le toca el turno a la freidora de aire. La razón de su éxito es que ahora, además de cocinar rápido, buscamos hacerlo de la manera más sana posible. Por eso este pequeño electrodoméstico está triunfando como hacía tiempo que no ocurría.
Freidora de aire, el electrodoméstico de moda
Las freidoras de aire, o airfryer, han causado un gran revuelo en el mundo del menaje. Bajo la promesa de ofrecer frituras más ligeras y saludables, este pequeño electrodoméstico se ha convertido en el producto estrella.
Sin embargo, al mismo tiempo que ha crecido su éxito, también han surgido las dudas de los consumidores. ¿Es realmente más sana una fritura en la freidora de aire? ¿Se obtiene el mismo resultado, textura y sabor en la comida?
¿Qué es y cómo funciona una freidora de aire?
El nombre de este pequeño electrodoméstico puede llevar a la confusión, pues la airfryer en realidad no fríe nada, sino que funciona de manera similar a un horno de convección.
Para ello cuenta con un potente ventilador hace circular aire muy caliente alrededor de los alimentos que colocamos en su cesto. El resultado son unos alimentos cocinados de manera uniforme y con un acabado crujiente. Al cocinar mediante aire y no aceite caliente, el producto queda más ligero, pues no absorbe nada de grasa.
¿Por qué comprar una freidora de aire?
Entonces, si una airfryer no fríe y casi funciona como un horno, ¿por qué comprar una? Pues porque este electrodoméstico tiene muchas ventajas. Para empezar, gasta menos energía que un horno, pues al ser más pequeño se calienta mucho antes.
Por otro lado, no requiere la cantidad de aceite que demanda una fritura tradicional, pues solamente con cubrir el alimento con unas gotas es suficiente. Como resultado, obtenemos platos más ligeros y saludables.
Las freidoras de aire tienen un tamaño compacto y ocupan poco lugar. Tampoco necesitan una instalación previa, como ocurre con un horno. Además, la mayoría de los modelos son muy fáciles de usar. Sólo es necesario configurar su temperatura y tiempo de cocción, introducir el alimento que queremos cocinar en la cesta y esperar.
Por si todo esto fuera poco, las freidoras de aire no generan salpicaduras ni prácticamente malos olores. Definitivamente, son un auténtica revolución en el mundo del pequeño electrodoméstico.
La olla, un clásico imprescindible
La olla tradicional, olla a presión, olla express… Sean cuales sean sus características, estamos ante un utensilio de lo más práctico y necesario en una cocina. Nuestras abuelas ya las usaban y los aromas de determinadas recetas nos remiten directamente a sus casas, a nuestra infancia.
Hoy en día son indispensables para preparar esas recetas tradicionales, pero también para hacer todo tipo de platos de manera más rápida. Dándole un buen uso, la olla rápida permite obtener sabores de toda la vida en mucho menos tiempo.
¿Por qué comprar una olla a presión?
Si duda es uno de los utensilios de cocina que merece comprar. Sobre todo cuando hay varias personas viviendo en casa, es tremendamente práctica, pues la olla a presión permite preparar generosas cantidades de comida. Su uso es interesante incluso para una o dos personas, pues siempre se pueden preparar raciones de más y congelarlas.
Si antiguamente las ollas eran de cobre y hierro, las actuales ollas a presión se fabrican en acero inoxidable, mucho más higiénicas y fáciles tanto de mantener como de limpiar. Una de estas ollas puede durar toda la vida.
Además, pese a lo que muchos creen, las ollas a presión que se fabrican actualmente son completamente seguras. Cada cierto tiempo es recomendable cambiar los componentes que sufren desgaste, como la válvula de seguridad o la goma del cierre.
A veces no es suficiente contar con una sola, luego suele ser habitual que las marcas ofrezcan juegos de ollas con varios diámetros y profundidades. Esta opción es muy recomendable, pues suelen salir mejor de precio al mismo tiempo que quedan cubiertas todas nuestras necesidades culinarias.
Como conclusión, los hábitos de cocina han cambiado sustancialmente con el paso del tiempo. Los utensilios y electrodomésticos que tenemos en casa se han adaptado a estos cambios, llegando a convivir los más tradicionales, como las ollas, con las modernas freidoras de aire. Porque a veces no hay que elegir entre modernidad y tradición.