La cocina profesional ha llegado a los hogares. El uso de utensilios y maquinaria propia de un restaurante nos permite explorar nuevas técnicas y despertar nuestra creatividad culinaria. Descubre cómo convertir tu cocina en un laboratorio gastronómico con herramientas adaptadas para uso doméstico.
Conviértete en un chef con estos utensilios de cocina y maquinaria de cocina
La cocina es una tendencia al alza que en los últimos años ha vivido una auténtica revolución. El éxito de programas de televisión, el auge de las redes sociales y el creciente gusto por la gastronomía despiertan el interés de muchos aficionados por experimentar nuevas técnicas.
Hasta hace no mucho, la aplicación de estas técnicas se limitaba al ámbito de los restaurantes. Sin embargo, ahora es habitual encontrar utensilios y maquinaria de cocina profesional en nuestras casas. Muchos de estos útiles son de tamaño compacto y precio asequible, lo que los convierte en perfectos candidatos para dar rienda suelta a la creatividad. Cuando no es el caso, son los propios fabricantes quienes se encargan de adaptarlos a la esfera doméstica.
Roner y envasadora al vacío para cocinar a baja temperatura
El roner es una de las máquinas de cocina profesional más conocidas por el gran público. Este dispositivo, diseñado en el restaurante El Celler de Can Roca, permite cocinar los alimentos a baja temperatura. Su popularidad ha sido tal que algunos fabricantes de electrodomésticos han lanzado versiones más asequibles y sencillas para ser usadas en casa.
Su funcionamiento se basa en sumergir los alimentos envasados al vacío en un baño de agua. Durante un tiempo prolongado se les somete a una temperatura constante y precisa que no llega a los 100 ºC. Esta suave cocción permite que los alimentos se hagan en sus propios jugos y mantiene intactos los sabores, aromas y texturas.
Para aplicar esta técnica también es necesario contar con una envasadora al vacío, así como con las bolsas adecuadas para realizar el procedimiento. Las envasadoras, además, resultan muy prácticas para almacenar y preservar los alimentos durante más tiempo.
Thermomix, un robot presente en casi cualquier cocina
La línea entre la maquinaria de cocina profesional y la doméstica es más delgada de lo que parece. Hay aparatos como el famoso robot de cocina Thermomix que están presentes tanto en nuestras casas como en restaurantes.
Aunque la Thermomix fue creada para utilizarse en el hogar, los chefs también han sabido apreciar su utilidad en la actividad gastronómica profesional. Gracias a la potencia de sus cuchillas, a su reducido tamaño y a su multifuncionalidad, muchos establecimientos han integrado el uso de este robot en su día a día, especialmente bares y pequeños restaurantes.
La amasadora, la aliada de los reposteros aficionados
El interés por elaborar pan y dulces en casa ha animado a los fabricantes a crear versiones domésticas de las máquinas de amasar propias de los obradores. Ya no hay un amante del pan casero que no cuente en su encimera con uno de estos electrodomésticos.
Las amasadoras o robots de cocina para repostería facilitan enormemente el proceso de amasado y mezclado de ingredientes. Permiten conseguir texturas y acabados dignos de una pastelería con muy poco esfuerzo. Además, muchas amasadoras tienen accesorios adicionales que permiten hacer pasta casera o elaborar helados, por ejemplo.
Practica la cocina molecular en casa
La cocina molecular ha cautivado a muchos aficionados de la gastronomía. Aunque hace apenas unos años solo se podía degustar en ciertos restaurantes, a día de hoy es viable realizar este tipo de preparaciones en casa.
A través de tiendas especializadas ya es posible adquirir los utensilios y todo lo necesario para que los cocinillas se diviertan experimentando con la cocina molecular. Productos como el alginato de sodio, el lactato de calcio y o la lecitina de soja, han dejado de ser de uso exclusivo de los chefs. Ahora es posible disfrutar en casa de esferificaciones, gelificaciones y otras técnicas culinarias innovadoras.
Deshidratador, ideal para alargar la vida de los alimentos
Estas máquinas eliminan la humedad de frutas, verduras, hierbas y otros alimentos con el fin de conservar sus propiedades, concentrar los sabores y prolongar su vida útil. Funcionan mediante la circulación de aire caliente a baja temperatura, que poco a poco va secando los productos introducidos en su interior.
Contar con un deshidratador de alimentos en casa es más útil de lo que parece. Además de poder aplicar esta técnica a todo tipo de vegetales e incorporarlos a nuestras preparaciones culinarias, resulta muy práctico para elaborar repostería creativa. Esta máquina es perfecta para acelerar el secado de galletas glaseadas, piezas de fondant, etc.
El sifón, imprescindible para crear espumas
Los shows culinarios de televisión han hecho mucho para que el gran público conozca este utensilio. Actualmente es fácil encontrar sifones de uso doméstico en las tiendas de menaje.
Son algo más pequeños que los usados en cocinas profesionales, pero su funcionamiento es el mismo. El sifón, cuyo interior va presurizado, se llena de un líquido graso como nata o una salsa. Seguidamente se introduce una carga de gas, generalmente dióxido de carbono, que se libera presionando un gatillo y genera espumas muy vistosas.
Da vida a tus dulces con un soplete
Este utensilio permite caramelizar la parte superior de postres como la crema catalana. Aporta un toque crujiente y ese sabor a caramelo tan característico. También es perfecto para gratinar quesos, tostar merengues, eliminar plumas de aves o dar un toque final a platos salados. Al igual que lo hace en los restaurantes, puede dar mucho juego en casa, especialmente a quienes les guste la repostería.
En definitiva, la actividad culinaria profesional ha inspirado el desarrollo de utensilios y maquinaria de cocina que también podemos disfrutar en nuestros hogares. No necesitamos ser chefs para experimentar e innovar con nuestros platos. Estas herramientas aportan una perspectiva diferente a la cocina casera y permiten llevar nuestras habilidades hasta donde nunca habíamos imaginado.