
Casi todas las abuelas tienen su receta de magdalenas de mantequilla caseras, un dulce que es capaz de transportarnos a nuestra niñez con tan solo nombrarlo. ¿Quieres disfrutar de ese delicioso sabor y esa textura tan esponjosa? Prepara mi versión de las magdalenas de toda la vida.
Receta de magdalenas de mantequilla esponjosas
Las magdalenas son un pequeño bizcocho que se elabora normalmente con aceite de girasol o de oliva, el cual contribuye a conseguir esa textura ligera que tanto nos gusta. Sin embargo, otra opción es prepararlas con mantequilla. Este ingrediente aporta un sabor delicioso y muy característico que no podemos conseguir de ninguna otra manera.
Es más, aunque las magdalenas son uno de los dulces tradicionales por excelencia de la gastronomía española, son originarias de Francia, donde la receta original siempre se ha preparado con mantequilla. Por eso, pese a que normalmente las hagamos con aceite, nunca está de más preparar unas magdalenas con mantequilla para disfrutar también de su delicado aroma.
Para que aún estén más ricas, he añadido un poco de ralladura de naranja, la cual combina estupendamente con el sabor lácteo y ligeramente tostado de la mantequilla, al mismo tiempo que añade notas cítricas y frescas. El resultado es maravilloso.
Preparar magdalenas de mantequilla caseras es la mejor manera de disfrutar de un dulce hecho por nosotros, con los mejores ingredientes y en muy poco tiempo. Si te gustan las recetas de magdalenas tanto como a mí, tengo otras propuestas para ti, como mis magdalenas de limón caseras o estas magdalenas de leche condensada que también quedan espectaculares.
Ingredientes para hacer 10 magdalenas de mantequilla esponjosas
- 135 g de mantequilla
- 120 g de azúcar blanca
- 3 huevos L
- 1 toque de ralladura de naranja
- 135 g de harina
- 1,5 cucharaditas de impulsor*
- 1 pizca de sal

* NOTA: el impulsor es lo mismo que la levadura química o los polvos de hornear.
Cómo hacer magdalenas de mantequilla tradicionales
Antes de empezar esta receta, saca de la nevera tanto los huevos como la mantequilla con la suficiente antelación para que no estén fríos. De lo contrario, la masa se corta y, aunque la podemos aprovechar, las magdalenas quedarán menos esponjosas. El tiempo de antelación dependerá de la temperatura ambiental.
Prepara la masa
- Bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla adquiera un tono amarillo pálido y aumente ligeramente de volumen. Yo lo hago con una batidora estilo Kitched Aid, que es muy práctica para elaborar cualquier tipo de masa de repostería.
- Añade los huevos, uno a uno. Es decir, hasta que no esté integrado el primero, no añadas el segundo. Para asegurarte de que no cae nada de cáscara a la masa, yo los casco antes aparte. Ten en cuenta este truco.
- Incorpora la ralladura de naranja y mezcla otro poquito.
- Tamiza la harina junto con el impulsor y añádelos a la masa junto con una pizca de sal. Mezcla con la batidora a velocidad baja, o si lo prefieres, con una espátula.
- Tapa la masa y déjala reposar una media hora en la nevera.


Hornea tus magdalenas
- Pasado el tiempo de reposo, precalienta el horno a 220 ºC.
- Prepara un molde rígido y coloca en cada cavidad un papelito, capacillo o cápsula para magdalenas, como las llames tú.
- Con ayuda de una cuchara, reparte la masa procurando no llenar las cápsulas hasta el borde, sino reservando un dedito sin masa. A mí me salieron 10 unidades.
- Introduce las magdalenas en el horno y baja la temperatura a 190 ºC. Hornéalas durante 15-17 minutos más o menos.
- Una vez tengas listas tus magdalenas de mantequilla, saca el molde rígido del horno y, con cuidado de no quemarte, trasládalas a una rejilla. Espera hasta que se enfríen por completo. Una vez frías, puedes decorarlas con un poco de azúcar glas.



Consejos para hacer magdalenas de mantequilla con un toque de naranja
No tengas la masa de las magdalenas mucho tiempo en la nevera. Al llevar mantequilla se endurecerá demasiado y luego puede que te cueste repartirla en las cápsulas.
Hablando de cápsulas, hay un truco para que no se queden grasientas por debajo y consiste en echar unos granitos de arroz en cada cavidad del molde rígido. Funciona, te lo aseguro.
Puedes decorar tus magdalenas como quieras, pero yo no les echaría más que un poco de azúcar glas por encima para no enmascarar el aroma a mantequilla y naranja. No obstante, otra opción es espolvorear un poco de azúcar granulada antes de hornearlas. Esto creará una costra que aporta un toque rústico muy bonito.
Es importante que dejes enfriar tus magdalenas de mantequilla caseras sobre una rejilla. De esta manera evitamos que la humedad se acumule en la base de la cápsula y esta se termine por despegar.
¿Sabes cómo conservar las magdalenas de mantequilla? Muy fácil: espera a que se enfríen por completo y guárdalas en una lata metálica o en una bolsa de plástico.