
¿Te gustan los dulces tradicionales y sencillos? Pues esta receta de huesillos extremeños te va a encantar. Con su ralladura de naranja y de limón, y su toque de anís, quedan deliciosos. Te cuento cómo se preparan paso a paso.
Primos hermanos de las rosquillas caseras, los huesillos son un postre típico de Extremadura que suele prepararse en la festividad de Todos los Santos, en Carnaval o en Pascua. Su versión andaluza son los huesos de San Expedito, muy populares en Sevilla durante la Semana Santa.
Como ocurre con casi todos los postres tradicionales, no hay una única receta para hacer huesillos extremeños. En cada zona o, incluso, en cada casa tienen su fórmula para prepararlos. Mi versión va aromatizada con ralladura de cítricos y con un poco de anís en grano, ingrediente que le aporta parte de su encanto al postre.
Los huesillos son fáciles de hacer, pero su elaboración tiene algún truquito. Te recomiendo leer la receta hasta el final para conseguir unos huesillos extremeños esponjosos por dentro y doraditos por fuera. Dicho todo esto, vamos con los ingredientes y la preparación.
Ingredientes para hacer huesillos extremeños (25 unidades aproximadamente)
- — PARA LA MASA —
- 1 huevo
- 100 g de azúcar blanca
- 50 ml de leche
- 50 ml de aceite de oliva suave
- 285 g de harina de trigo
- 1 cucharadita de levadura tipo Royal
- 1 cucharadita de anís en grano
- piel de medio limón y de media naranja
- — PARA FREÍR Y REBOZAR —
- aceite de girasol
- azúcar blanca

Cómo hacer huesillos caseros
Prepara la masa
- En primer lugar, vamos a machacar los granos de anís para que se noten menos al comer los huesillos. Lo más práctico es usar un mortero, como cuando preparé estas rosquillas de anís caseras. Tienes que trabajar el anís hasta que prácticamente se convierta en un polvillo.
- Por otro lado, pon a calentar el aceite de oliva en un cazo. Cuando haya tomado temperatura, añade las ralladuras de los cítricos y fríelas durante 3 o 4 minutos. Cuela el aceite y reserva.
- En un recipiente amplio, casca el huevo y añade el azúcar. Mezcla hasta que ambos ingredientes estén integrados. Incorpora la leche y el aceite de oliva donde has frito las pieles (que ya se habrá enfriado). Vuelve a mezclar hasta integrar.
- Incorpora los ingredientes secos, es decir, la harina tamizada, la levadura y el anís machacado. Mezcla con una cuchara hasta que la harina absorba todo el líquido. Deberás obtener una masa ligeramente pegajosa, pero firme.
- Haz una bola, envuélvela con plástico transparente y deja reposar unos 40 minutos en la nevera.


Da forma a los huesillos y fríelos
- Mientras reposa la masa, calienta abundante aceite de girasol en un cazo o sartén. No dejes que humee, pues eso significa que está demasiado caliente.
- Saca la masa de la nevera. Pasado el reposo, notarás que la masa está menos pegajosa al tacto, pero aún blandita. Ese es el punto para obtener unos huesillos esponjosos y ricos.
- Forma los huesillos con las manos. Como la masa es ligeramente pegajosa, te recomiendo engrasar tus manos con un poco de aceite. Toma porciones de 25 g de masa, aproximadamente, y haz bolitas. Luego, con tus propias manos o haciendo rodar la masa por la encimera, haz un churrito alargado y dóblalo por la mitad para darle la forma al huesillo. Puedes retorcerlo un poco para que ambas partes se peguen. Si quieres ir más deprisa, puedes hacerlos simplemente con forma de palo.
- Fríe los huesillos en pequeñas tandas hasta que estén dorados. Dales la vuelta con una espumadera para que se hagan por ambas caras. Si ves que se tuestan muy rápidamente, baja un poco la temperatura del aceite. Pasa los huesillos a un plato con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
- Finalmente, cuando aún están calientes, reboza tus huesillos extremeños en abundante azúcar.



Consejos para hacer huesillos extremeños esponjosos
Ni todos los huevos tienen el mismo tamaño ni todas las harinas absorben la misma humedad. Por eso, la cantidad de harina que te indico es aproximada. Por si acaso, no la añadas toda de golpe; guárdate un poquito. Después, si ves que te hace falta más, añádela.
Para hacer este tipo de postres fritos, ya sean rosquillas, buñuelos o huesillos, es muy importante que el aceite esté a la temperatura adecuada. Si está muy frío, el dulce quedará grasiento de más, pero si está demasiado caliente se dorará rápido por fuera, mientras que por dentro permanecerá crudo. Para que te hagas una idea, la placa de mi cocina está graduada hasta el 9 y yo lo pongo al 6 y, cuando veo que el aceite se empieza a calentar mucho, lo bajo al 5.
No te preocupes mucho por darles una forma perfecta. Como buen dulce casero, los huesillos de la abuela son irregulares, pero están deliciosos. Además, según vayas haciendo, cada vez te saldrán mejor. Lo único que debes evitar es hacerlos demasiado gruesos, pues esto podría impedir que se cocinaran bien por dentro.
Acuérdate de emborrizar los huesillos en azúcar cuando aún están caliente. Si dejas que se enfríen, el azúcar no se pegará a su superficie. No esperes a tener toda la tanda frita para pasarlos en azúcar. Según vayan saliendo de la fritura, déjalos un poquito sobre el papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y, seguidamente, rebózalos en azúcar.

Cómo conservar los huesillos o huesos de San Expedito
Al ser un dulce que no tiene mucha humedad, tus huesillos se conservarán en buenas condiciones durante una semana. Guárdalos a temperatura ambiente en un recipiente bien cerrado, tipo un bote de cristal o una lata metálica. Asegúrate de que están completamente fríos antes de conservarlos.