En las estanterías de los supermercados y en las barras de las cafeterías conviven el café natural, el torrefacto y el de mezcla. ¿Pero sabes qué características tiene cada uno y en qué se diferencian? Vamos a descubrirlo.
La complejidad de lograr el mejor café
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Su aroma, sabor y el poder estimulante de la cafeína han conseguido que muchos no podamos comenzar en día sin una taza entre las manos.
Conseguir un café de calidad no es fácil. Su calidad depende de diversos factores: la variedad de la planta, la altitud y las condiciones climáticas donde se cultiva, el modo de conservación… Incluso las características de la cafetera con la que se prepara. Para obtener el mejor café del mundo y disfrutar plenamente de la experiencia de beberlo, es necesario cuidar cada paso.
Uno los factores que marcan su carácter, es el tueste de los granos. En función de este podemos distinguir tres tipos de café: natural, torrefacto y mezcla. Todo aficionado a esta bebida debería conocer las diferencias entre ellos.
¿Por qué es importante el tueste del café?
En su estado original, los granos de café frescos no tienen prácticamente aroma. Es durante el tueste cuando estos granos adquieren las cualidades organolépticas que los caracterizan. En ese momento se producen una serie de transformaciones químicas, como la reacción de Maillard, que convierten al grano crudo de café en ese producto oscuro, aromático y crujiente.
La manera en la que se tuesta el café determina significativamente el color, aroma y sabor de la bebida. Para hacerlo, los granos se introducen en una máquina tostadora que los hace girar para obtener un acabado homogéneo. En función de la temperatura y del tiempo durante el que se aplique calor, se podrá obtener un café de tostado ligero, medio u oscuro.
Por otro lado hay que tener en cuenta que, una vez se ha tostado el grano, este empieza a perder sabor y aroma. Conocer la fecha de tostado es importante cuando queremos disfruta de una taza del mejor café.
¿Qué tipos de café hay según su tueste?
Café de tueste natural
Se entiende por café natural, o café de tueste natural, aquel que se ha sido tostado sin añadirle nada más. Todo su aroma y sabor proviene del simple proceso de aplicarle calor a los granos verdes de café.
Para obtener una amplitud de matices mayor pueden tostarse granos de diferente origen, con el fin de obtener una taza más equilibrada y completa en aromas. A estas mezclas de café de dos o más procedencias se les conoce como blends.
El café de tueste natural es el que tiene el sabor más auténtico y puro. A diferencia de los otros dos tipos de café, conserva todas sus propiedades. Su amargor es suave y gustoso. Según la procedencia del grano se aprecian unos aromas y otros. En realidad, es el único tipo de café que los verdaderos aficionados a esta bebida aprecian.
Café torrefacto
Para conseguir el café torrefacto, se añade azúcar mientras los granos de café se tuestan. Esta suele ser en forma de jarabe de glucosa o sacarosa y puede alcanzar hasta un 15 % del total. Durante el proceso de tostado, esta azúcar se derrite y se carameliza hasta quemarse. Así, llega a formar una capa que envuelve cada grano y ayuda a que se conserve durante más tiempo, previniendo su oxidación.
En consecuencia, el café torrefacto es de color más oscuro y, su sabor, más amargo y fuerte. Además, sus aromas naturales quedan anulados en parte por la presencia de esta azúcar quemada.
El consumo de café torrefacto ha sido muy popular en España. Fue aquí, a principios del siglo XX, donde José Gómez Tejedor patentó este sistema para su empresa, Cafés La Estrella. La patente duró 20 años. Una vez extinguida, al ser una forma de abaratar el coste del café y de facilitar su distribución, se siguió tostando de esta manera.
Por esa razón, muchas personas se acostumbraron a ese sabor fuerte e intenso del café. A esto también contribuyó que fuera el más servido en cafeterías durante décadas. Y, pese a que ha perdido mucha popularidad, aún hay quienes asocian la calidad de un café, o la cantidad de cafeína que contiene, con ese golpe de amargor en el paladar. Sin embargo, ningún experto recomendaría beber torrefacto.
Café de mezcla
El café de mezcla es una combinación de los anteriores. Lleva una parte de café natural y otra de café torrefacto en distintas proporciones, según el fabricante. Esta mezcla puede ser al 50 % de cada tipo de café, de un 70 de natural y un 30 de torrefacto, etc.
En principio es un café de mejor calidad que el torrefacto, pues la cantidad de azúcar quemada que contiene es menor. Sin embargo, también se debería evitar su uso, pues un café de mezcla nunca nos va a proporcionar la misma experiencia gustativa que uno de tueste natural.
¿Entonces, cuál es el mejor café?
La respuesta a esta pregunta es fácil: el café de tueste natural. Este conserva todas sus cualidades organolépticas, pues se trata de un producto sin adulterar. Su aroma y sabor son genuinos, lo que nos permite disfrutar plenamente de la experiencia de tomar una buena taza de café.
El consumo de café torrefacto, además, ha sido relacionado con la aparición de enfermedades como el cáncer. También implica la ingesta de una pequeña cantidad de azúcar que es completamente innecesaria.
Aunque aún hay establecimientos que sirven torrefacto y algunas marcas todavía lo comercializan, su consumo está en retroceso. El mezcla, en cambio, sigue gozando de cierta aceptación, pues es algo más económico y su sabor agrada a quienes prefieren ese café fuerte y amargo.
En definitiva. Las diferencias entre el café natural, torrefacto y mezcla son más que notables. Sus características no solo determinan la experiencia gustativa de tomar una taza de café, sino que pueden afectar a nuestra salud. Por tanto, procura que el café que tomes, aunque no sea el mejor café del mundo, sea siempre de tueste natural.