Si hablamos de dulces típicos de Madrid, lo que se me viene a la cabeza son las rosquillas de San Isidro o rosquillas del Santo. Más sabrosas unas que otras, todas tienen su público y más cuando se acerca el 15 de mayo, fecha en la que los madrileños celebramos el día de nuestro patrón. En esta entrada no solo te voy a contar las diferencias que hay entre ellas, sino también te voy a explicar cómo hacer rosquillas tontas y listas, las dos variedades más conocidas. ¿Te quedas?
He de reconocer que Madrid no se caracteriza precisamente por tener una amplia variedad de platos o dulces típicos. ¡Qué le vamos a hacer! Por eso creo que tenemos que mimar y poner en valor los que tenemos que, muchos o pocos, forman parte de nuestra tradición gastronómica.
El dulce más icónico de nuestra ciudad, con permiso de los barquillos o los caramelos de violeta, son las rosquillas de San Isidro. Pese a que durante los últimos años han sido algo maltratadas por la industria, quien las ha vestido con mil toppings y colores, las variedades tradicionales siguen siendo cuatro: las tontas, las listas, las de Santa Clara o glaseadas y las francesas.
Una de las particularidades de estas rosquillas es que no van fritas, sino que se hacen en el horno. Esto les aporta una textura más firme y seca que la que presentan otras variedades. Si prefieres las rosquillas fritas te invito a echar un vistazo a la receta de estas tradicionales rosquillas de anís caseras o a estas deliciosas rosquillas de naranja.
Tipos de rosquillas del Santo o de San Isidro
Las cuatro variedades parten de la misma masa y se diferencian en el acabado:
- Las rosquillas tontas son las más sencillas y las menos dulces. Se hornean solamente con una capa de huevo pero mojaditas en chocolate, leche o café tienen su encanto. ¿Qué ventaja tienen? Son las menos calóricas.
- Las listas llevan un baño o glaseado de azúcar y limón, lo que les aporta ese sabor tan rico y característico. Son las más sabrosas y las que más suelen venderse en pastelerías y confiterías.
- Las de Santa Clara van recubiertas de un merengue hecho con azúcar y clara de huevo, que al secarse queda blanco y duro. Aunque se supone que están hechas de la misma masa, algunas de las que he comido presentaban una textura más ligera, por lo que he de confesarte que de esto no estoy muy segura.
- Y, por último, las rosquillas francesas, que van recubiertas de granillo de almendra. De todas las variedades esta es la menos tradicional, pues no se crearon hasta el siglo XVIII a petición de Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI, quien encontraba demasiado insulsas las otras variedades.
Si no eres de Madrid y quieres probar nuestras rosquillas, o si te hace ilusión prepararlas en casa, aquí tienes la receta de las rosquillas de San Isidro tontas y listas. Yo he disfrutado un montón haciendo esta receta, así que espero que te guste.
Ingredientes para hacer rosquillas tontas y listas
- 500 g de harina
- 5 huevos M
- 50 g de aceite de oliva suave (también puede ser de girasol)
- 200 g de azúcar blanca
- 25 g de anís o aguardiente
- 2 cucharaditas de anís en grano
- 1 pizca de sal
- 1 sobre de levadura (16 g)
- 1 huevo para pintar las rosquillas
Ingredientes para hacer el glaseado de las rosquillas listas
- 400 g de azucar glas muy fina (también llamada azúcar seda o icing sugar)
- 30 g de clara de huevo pasteurizada (equivalente a 1 clara)
- zumo de 1/2 limón grande
- colorante amarillo (opcional)
Cómo hacer rosquillas tontas y listas
Cómo hacer rosquillas tontas
- Bate los 5 huevos con el azúcar blanca hasta que la mezcla sea homogénea. No es necesario que los espumes como si estuvieras haciendo un bizcocho, así que lo puedes hacer a mano.
- Incorpora el licor de anís y el aceite de oliva. Mezcla otro poco hasta que se integren con el resto de ingredientes.
- Tamiza los ingredientes secos, es decir, la harina y la levadura. Añádelos poco a poco mientras que vas mezclando suavemente la masa. Así evitarás que se formen grumos. En este paso también incorpora la sal y los granos de anís.
- Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa densa que se pega ligeramente a los dedos. Como puedes ver en la foto yo lo hice con el gancho de mi amasadora, pero también se puede mezclar con ayuda de una espátula o con las manos directamente.
- Deja reposar la masa durante 1 hora en la nevera. Tápala con papel film para que la superficie no se reseque. Terminado el tiempo de reposo la masa deberá tener una consistencia lo suficientemente firme para poder formar las rosquillas de San Isidro con las manos.
- Ahora, con las manos untadas en un poco de aceite, coge porciones de masa y dales forma de bolita. Después, con ayuda de los dedos, hazles un agujerito en el centro y dales la forma típica de rosquilla. Si la masa te ha quedado muy blanda o no se te da bien realizar este paso con las manos, puedes usar una manga pastelera. Deposita las rosquillas ya formadas en una bandeja de horno que habrás engrasado previamente con mantequilla o aceite.
- Pinta la superficie de las rosquillas con huevo batido.
- Hornea las rosquillas con el horno precalentado a 210 ºC durante unos 15 minutos o hasta que veas que están ligeramente doradas. El tiempo exacto dependerá del tamaño de las rosquillas y de la potencia de tu horno, por lo que te recomiendo que estés atento al proceso; un exceso de horneado provocará que las rosquillas queden duras.
- Finalmente deja enfriar las rosquillas sobre una rejilla. ¡Y ya tienes listas las rosquillas tontas de San Isidro!
Cómo hacer rosquillas listas: el glaseado
Las rosquillas listas están hechas con la misma masa que las tontas. Lo que las diferencia es que las listas llevan un baño y un glaseado que les aporta más dulzor y un delicioso sabor a limón. Para darles este acabado hay que seguir los siguientes pasos:
- Haz un almíbar con el agua y el azúcar blanca en grano. Para ello mezcla ambos ingredientes en un cazo y caliéntalos a fuego medio durante unos 5 minutos.
- Cuando el almíbar esté aún caliente, baña las rosquillas sumergiéndolas por completo. Déjalas escurrir sobre una rejilla. Este baño aporta a las rosquillas listas algo más de humedad y dulzor.
- Por otro lado, mezcla la clara de huevo y el zumo de limón con 300 g azúcar glas. Obtendrás una especie de jarabe denso de aspecto blanquecino. Si quieres puedes añadir una pizquita de colorante amarillo, ya que estas rosquillas saben a limón.
- Vuelve a bañar las rosquillas, esta vez mojando solo la parte superior. Vuelve a colocarlas sobre la rejilla y deja que se sequen un poco.
- Añade el resto del azúcar glas a lo que haya quedado del baño anterior. Mézclalo hasta conseguir un glaseado o fondant con la consistencia necesaria para formar el típico enrejillado de las rosquillas listas. Si ves que necesitas algo más de azúcar glas, incorpórala.
- Con ayuda de una cucharilla vierte este glaseado sobre las rosquillas haciendo forma de rejilla. Deja que se sequen por completo antes de degustarlas.
Consejos para preparar rosquillas de San Isidro tontas y listas
- Es importante que te untes bien las manos con aceite en el momento de dar forma a las rosquillas. Si no, se te pegarán a las manos. Tienes dos maneras de darles forma: partir de una bolita a la que haces un agujero o modelar un churrito y luego cerrarlo por los extremos.
- En el listado de ingredientes del glaseado te indico que la clara de huevo debe ser pasteurizada. Esto es por precaución, pues estamos usando huevo crudo en unas rosquillas que en principio no vamos a guardar en la nevera. Si no tienes claras de huevo pasteurizadas y no quieres correr ningún riesgo, sustitúyela por 30 ml de agua más o menos.
- Para hacer el baño y el glaseado de las rosquillas listas debes usar azúcar glas industrial. Si lo haces con azúcar glas casero corres el riesgo de que los granitos se noten y el acabado no quede tan fino. Este tipo de azúcar es fácil de encontrar actualmente y se comercializa bajo el nombre de icing sugar, azúcar extrafino o azúcar seda.
- Es importante que no hornees las rosquillas en exceso, pues podrían quedar demasiado duras.
- Una vez bien frías y secas, guarda las rosquillas del Santo en una lata o recipiente de cristal bien cerrado. Así te pueden aguantar varios días.
Spiderman37 dice
El glaseado ha quedado muy bien y tienen pinta de estar muy buenas!!!
Código Cocina dice
Sí, la verdad es que es estoy bastante orgullosa de ella. Aquí solo se ven los buenos resultados, pero hasta que me salieron así tuve que hacer unas cuantas que no eran dignas de ver la luz de ninguna de las maneras. 😀
Alejandro S. dice
Hola. Tengo una duda. ¿Cómo se les da forma de rosquilla a una pasta tan blanda? ¿Supongo que con una manga? En la receta no se explica eso.
Código Cocina dice
Sí está explicado, concretamente en el paso 6 del apartado «Cómo hacer rosquillas tontas». Yo les di la forma con la mano. Es una masa blanda pero tiene la consistencia suficiente como para manejarla con la mano.