Los bizcochos son una de las elaboraciones básicas en repostería. Son fáciles de preparar, pero para que queden perfectos hay que tener en cuenta algunos consejos. Toma nota de cómo hacer un buen bizcocho.
La importancia de saber cómo hacer un buen bizcocho
Huevos, harina, azúcar y una pizca del sal son los ingredientes básicos para hacer cualquier bizcocho, una de las preparaciones más versátiles de la cocina. Y si a esta receta inicial la enriquecemos con mantequilla, yogur, fruta o algún aroma, por ejemplo, las posibilidades de realizar diferentes bizcochos se multiplicarán hasta casi el infinito.
Pero, en cualquier caso, siempre hay que seguir unas pautas concretas para obtener el mejor resultado. A continuación vamos a repasar algunos de los principales consejos y trucos para que nuestro bizcocho quede esponjoso y bien horneado.
Hacer un buen bizcocho va a depender de varios factores, aunque hay dos que son fundamentales: la temperatura y la cantidad de aire que incorporemos a la masa. Hornear bizcochos caseros es algo fácil y difícil al mismo tiempo. Me explico. Lo más probable es que quede más o menos bien cocinado y rico de sabor, pues le estamos añadiendo ingredientes sencillos y naturales. Ahora, lo que es algo más complicado es darle justo esa textura deseada o que la forma nos quede perfecta. ¡Pero que no cunda el pánico! Si tenemos en cuenta estos consejos a la hora de hornear nuestro bizcocho, el éxito está asegurado.
Existen varios tipos de bizcochos y cada uno tiene sus secretos. No obstante, aquí podrás leer unas pautas generales que son aplicables a la mayor parte de bizcochos que nos gusta hacer en casa.
Preparar los ingredientes para hacer un buen bizcocho
Es uno de los errores que más veces se comente a la hora de hacer bizcochos y que más fácil es corregir. Como pauta básica para hacer un bizcocho esponjoso, los ingredientes deberían estar todos a temperatura ambiente, para que el contraste frío-calor no haga que nuestra masa se corte. Para ello nos tenemos que acordar de sacarlos un buen rato antes de la nevera, dependiendo de la temperatura que haya en nuestra cocina. Es importante que la mantequilla esté bien blandita, o como se suele decir, en pomada.
Para conseguir que la mantequilla esté en pomada no vale el truco del microondas. Así solo conseguiremos que la mantequilla esté derretida por algunas zonas, mientras que por otras permanece aún fría. O, lo que es peor, que esté completamente derretida. Si queremos acelerar el proceso de atemperado de la mantequilla, lo único que podemos hacer es cortarla en trocitos más pequeños y dejarla reposar a temperatura ambiente junto con el resto de ingredientes.
Por otro lado, si quieres cambiar la mantequilla por aceite de oliva o de otra variedad, ten en cuenta que esto no se puede hacer a la ligera, pues la textura del postre se verá alterada. Para que lo hagas con cabeza, mira todos mis consejos para sustituir la mantequilla por aceite
Cómo batir los huevos para hacer un buen bizcocho
Son la clave de la masa, pues aportarán el aire necesario para que el bizcocho quede esponjoso. Por lo general, se baten los huevos junto con el azúcar mediante unas varillas eléctricas. Si lo hacemos a mano no quedará tan bien, ¡a no ser que tengamos el brazo de Popeye! Batiremos la mezcla entre dos y tres minutos por huevo, y si lo hacemos sobre un baño María tibio que no supere los 40º, mucho mejor. Es uno de los mejores trucos que hay para lograr hacer un buen bizcocho. De esta forma conseguiremos una fantástica emulsión en la que habrá quedado atrapado el aire en una especie de celdillas microscópicas. Justo lo que necesita nuestro bizcocho para esponjar.
En algunas recetas se indica que las claras y las yemas se batan por separado. En ese caso, las claras tendrán que estar bien frías, mientras que las yemas estarán templadas. Estas últimas se batirán junto con el azúcar.
Qué harina uso para que el bizcocho salga esponjoso
Siempre usaremos harina de repostería, también llamada harina floja, la cual presenta un bajo contenido en gluten, una proteína propia de muchos cereales que permite que las masas se esponjen durante el fermentado. Si usamos harina de fuerza, nuestro bizcocho no subirá. Estos son los principales tipos de harina que se comercializan clasificados por su contenido en gluten:
- Harina de fuerza: Contiene un alto porcentaje de gluten (entre un 11,5% y un 13,5% de proteína cada 100 gramos). Son harinas que dan como resultado masas elásticas y consistentes. Son las indicadas para la elaboración de todo tipo de panes y masas fermentadas (como las usadas para hacer pizzas, empanadas, focaccias, cocas…)
- Harina de fuerza media: Contiene entre el 10% y el 11,5% de gluten por cada 100 gramos. Están indicadas para hacer hojaldres, brioches, etc.
- Harina floja o de repostería: Contiene una proporción baja de gluten, alrededor de un 10% o menos. Es la que utilizamos para elaborar bizcochos, magdalenas, churros, profiteroles, masa quebrada, etc.
Es conveniente tamizar la harina antes de incorporarla a la masa del bizcocho para airearla y deshacer los posibles grumos que traiga. Cuando mezclemos la harina a nuestra masa es necesario hacerlo mediante movimientos suaves y envolventes, con la ayuda de una espátula de madera o silicona, para no romper esas celdillas de aire que habremos conseguido durante el batido.
La levadura necesaria para hacer un buen bizcocho
Si la receta lo indica, utilizaremos levadura química, también conocida como polvos de hornear o gasificante. La más conocida es la Royal, aunque existen otras marcas. El efecto de la levadura consiste en la creación de pequeñas burbujas de aire dentro de la masa, las cuales aportan esa textura esponjosa y ligera a los bizcochos que tanto nos gusta.
Si la receta lo indica, podemos utilizar también bicarbonato. No vale utilizar levadura de panadería, ni deshidrata ni fresca. En el mercado existe un tipo de harina comercializada bajo el nombre de bizcochona o leudante, la cual lleva incorporada ya la levadura. El uso de este tipo de harina no es recomendable, pues no podemos controlar la cantidad exacta de levadura que estamos agregando a la masa.
Aunque no influye en la calidad del bizcocho, hay que tener cuidado a la hora de elegir la marca de levadura si estamos realizando un postre libre de huevo, leche o glúten, pues ciertas marcas incluyen trazas de estos alimentos en sus levaduras.
¿Qué molde usamos para hacer un buen bizcocho?
Su tamaño dependerá de la cantidad de masa que vayamos a hornear en él. Si el molde es muy grande para la cantidad de masa de nuestra receta, el bizcocho quedará muy bajito. Por el contrario, si el molde es relativamente pequeño, corremos el riesgo de que nos quede crudo por el centro, o bien, quememos la superficie al intentar hornearlo completamente.
Muchas recetas indican el tamaño de molde, el cual es proporcional a la cantidad de masa utilizada y al tipo de bizcocho que vamos a obtener. Sin embargo, si nuestra receta no lo indica, la pauta es elegir un molde cuya capacidad sea el doble del volumen de la masa en crudo.
De la misma manera, el material del que está hecho el molde tiene su importancia. Merece la pena invertir un poco de dinero en unos buenos moldes, pues seguro que los acabamos dando buen uso. Los utensilios de poca calidad acaban finalmente arrinconados en un cajón. En general, a mí no me gustan los moldes de silicona pues es fácil que se abomben por el centro durante el horneado. Intentad que siempre sean desmoldables y antiadherentes. Y siempre es conveniente encamisarlos antes del horneado, es decir, cubrirlos con mantequilla y una fina capa de harina, con el fin de que la masa no se pegue a las paredes.
Temperatura del horno para hacer un buen bizcocho
Es uno de los principales trucos para hacer un bizcocho perfecto. Hornearemos con calor por arriba y por abajo. El horno deberá estar precalentado siempre. La temperatura más usual es 180°, a no ser que la receta indique otra cosa. Si usamos la función ventilador, lo bajaremos a 160º. Es fundamental no abrir el horno hasta que hayan pasado los 20 primeros minutos de cocción, pues el contraste con el aire frío del exterior podría hacer que nuestro bizcocho perdiera volumen. Si nuestro horno tuviera un termostato muy impreciso sería recomendable utilizar un termómetro de horno, el cual se introduce dentro del mismo durante el cocinado.
Lo ideal es colocar el molde sobre la rejilla del horno y no sobre la bandeja, de forma que el aire caliente circule mejor alrededor del bizcocho. La rejilla estará situada en la mitad del horno.
¿Qué le puede pasar a mi bizcocho si la temperatura es incorrecta?
- El bizcocho queda hundido en su parte central: la temperatura del horno era demasiado baja.
- El bizcocho queda abombado por su parte central: el horno estaba demasiado caliente. En este caso, el problema tiene cierto arreglo. Cuando desmoldamos el bizcocho, lo colocamos del revés para que la «montañita» se aplane. También se puede cortar la parte saliente con un cuchillo de sierra y decorar como se había pensado, o cubrirlo de azúcar glass simplemente para que no se vea el corte.
- Si el bizcocho no sube mucho en toda su superficie, es que a la masa le faltaba aire. La próxima vez habrá que batir los huevos durante más tiempo o con más potencia. También puede deberse a que hemos tardado demasiado en introducir la masa en el horno una vez vertida en el molde y el aire que habíamos atrapado dentro de aquellas celdillas se nos ha escapado parcialmente.
Estos son algunos de los consejos para hacer un bizcocho perfecto que yo he encontrado más importantes, pero sin duda hay muchos más. Ahora te toca a ti ponerlos en práctica. A lo mejor a la primera no nos sale todo perfecto, pero la clave está en volverlo a intentar. Puedes poner en práctica estos consejos realizando este bizcocho de manzana jugoso, por ejemplo. O, por qué no, un delicioso bizcocho de chocolate.
¡Seguro que te sale riquísimo!
Anónimo dice
Muy buenos los tips, yo he tenido algunos problemitas, por ejemplo, el centro del pan queda hundido, pero esto sucede cuando ya lo saque del horno y lo pongo a enfriar claro siempre ha temperatura ambiente, que me sugieres hacer?
Código Cocina dice
El pan o bizcocho suele quedar hundido en el centro porque lo has horneado a temperatura demasiado baja.
Por otro lado, puede ser que estés usando demasiada levadura o polvo de hornear. Cuando usas demasiada hace un «efecto rebote». Con el calor del horno, la levadura hace que se formen burbujas de aire en el interior de la masa, pero si ponemos mucha, estas burbujas crecen mucho y rápido y chocan unas con otras, por lo que se rompen y obtenemos el efecto contrario.
Anónimo dice
Waaaooo, que importante consejos nos deja usted, desde La Republica Dominicana,mi problema es para mi el horno que tengo por k siempre me queda dorado de mas ,ya que mi horno no tiene numero k me indique el grado.
Código Cocina dice
¡Vaya! Le recomendaría que utilizase un termómetro especial para horno para poder saber cuál es la temperatura exacta que hay en su interior. Si no le fuera posible conseguirlo, lo tendrá que hacer a ojo. Acuérdese, o haga una marca en el horno, de la posición en la que coloca el botón y bájelo un poco en función de lo dorado que le quede.
¡Muchas gracias por leerme!
Silvia dice
Hola muy buenos concejos yo tengo un problema cuando hago la torra porque no sale muy suave y sale algo seca me podría ayudar y decir a que se debe porfavor gracias !
Código Cocina dice
Puede ser por varias razones. Es posible que sobrepases el tiempo de horneado y por eso se quede seca. Prueba a sacarla un poco antes del horno. También puede ser porque no estás usando una buena proporción de ingredientes secos y húmedos, por lo que podrías probar alguna otra receta.
Gera dice
Hola, me gustaron mucho sus consejos… Mi horno no tiene marcado los grados y nunca se cuando estoy cocinando algo por ejemplo a 180 grados, como podría hacer para saber en que grado podría estar??
Código Cocina dice
Pues es muy difícil saberlo a ojo. La única solución es usar un termómetro especial para hornos y meterlo dentro. Si no tienes esa posibilidad, solamente te queda ir probando y apuntando donde pones la ruedecita del horno, haciendo una marca, por ejemplo. Si te queda muy hinchado por la parte central y se te ha quemado fácilmente, lo tendrás a más de 180 ºC, por lo que procura hornearlo por debajo de esa marca. Y al contrario, si se te hunde en el centro, hornéalo la siguiente vez por encima de la marca.
Gera dice
Muchas gracias por su consejo, estoy realmente agradecida… Feliz noche Dios lo guarde!!
marco antonio llosa guillen dice
Hola
Hice dos Tortas de Chocolate PERFECTAS cuando vivia en Santiago de Chile, de regreso a Peru volvi a preparar la misma receta y en el mismo horno…pero faltando entre 10 y 15 min para terminar su horneado, observe que el bizcocho estaba super bien en tamaño, osea, parejo y uniforme, cuando de repente se bajo en el centro hasta casi la mitad de lo que habia esponjado…terrible su aspecto…desde ese dia he probado diferentes recetas de torta de chocolate, aplicado muchos tips, he probado otras temperaturas, he comprado un reloj de temperatura, cambiado de productos, etc, y siempre obtengo el mismo resultado…va bien hasta casi completar el tiempo y luego se baja …lo curioso es que SOLO ME PASA CON LA TORTA DE CHOCOLATE…pero si hago otro bizcocho me sale super bien!!!
Ya van mas de 10 intentos y no logro determinar el problema, necesito tu ayuda…gracias.
Código Cocina dice
Pues es muy raro lo que comentas, y más si dices que has hecho ya múltiples pruebas. Entra dentro de lo normal que los bizcochos bajen un poquito al salir del horno, pero si dices que queda muy feo, algo pasa.
En la distancia es difícil saber qué está ocurriendo. No obstante, yo te aconsejaría bajar un poco la temperatura del horno y alargar el horneado. O revisar la cantidad de polvo de hornear que estás agregando, porque igual es demasiada. Y por darte otro consejo, intentaría usar una receta que lleve cacao en polvo (no chocolate fundido) porque creo que es más probable que quede bien así.
Ánimo, que seguro que al final lo conseguirás.