Llevar una dieta equilibrada es fundamental para cuidar la salud y prevenir enfermedades. Por eso, si te gusta la cocina, debes saber cómo hacer recetas saludables y cómo cuidar tu alimentación en el día a día. Toma nota de estas recomendaciones.
Consejos para hacer tus platos más saludables
Leer las etiquetas de los alimentos o interesarnos por sus propiedades son gestos que hemos incorporado a nuestra rutina. Y es que cada vez somos más conscientes de la importancia de cuidar lo que comemos. ¿Pero en qué consiste esto exactamente?
Una dieta saludable y equilibrada es aquella que aporta la cantidad y la proporción adecuada de hidratos de carbono, proteínas y grasas, fibra y otros micronutrientes, como vitaminas y minerales. Estas cantidades varían según la edad, sexo, la constitución, la actividad física, posibles patologías…
Comer sano es compatible con comer rico. Debe ser así, pues ninguna dieta es saludable si no se puede sostener en el tiempo. Por eso, aprender cómo hacer recetas saludables con las que disfrutar mientras nos cuidamos es vital. Aquí van algunas pautas para hacer tus platos más sanos.
Evita los alimentos ultraprocesados en beneficio de los frescos
Es uno de los principales consejos para hacer que tus recetas sean saludables. La mayoría de productos ultraprocesados contienen altas cantidades de azúcares, grasas saturadas y sal, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad.
Siempre que sea posible, opta por ingredientes frescos, como los que encontrarás aquí.
Prioriza los productos vegetales frente a los de origen animal
La base de la dieta debería estar constituida por alimentos de origen vegetal. El abanico de posibilidades es amplio: verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos, cereales… Los productos animales contiene proteínas, pero muchos también vienen acompañados de grasas saturadas y nutrientes que aumentan el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
Los vegetales son ricos en vitaminas, antioxidantes y minerales. Algunos de ellos, como las legumbres y los cereales, también contienen proteínas. Además, una de las cualidades que los hace más valiosos es su aporte de fibra. Esta contribuye a generar sensación de saciedad, a regular los niveles de glucosa y a cuidar nuestra salud intestinal.
Cocina con grasas saludables
Las grasas son esenciales en una dieta equilibrada, pero es importante elegirlas adecuadamente. En nuestro país contamos con la suerte de disponer de una de las grasas más saludables que hay: el aceite de oliva virgen extra. Es el mejor tanto para cocinar como para aliñar tus platos. Utilízalo siempre que puedas en lugar de otras grasas más pobres nutricionalmente, como el aceite de girasol.
Elige alimentos de temporada
Cada estación del año nos brinda frutas y verduras con nutrientes específicos que nuestro cuerpo necesita. Por ejemplo, en invierno se dan los cítricos y las coles, que son ricos en vitamina C y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Consumir alimentos de temporada permite disfrutarlos en su punto de madurez óptimo, por lo que ofrecen una mejor textura y sabor. También suelen ser más baratos.
Intenta que tus menús sean variados y equilibradas
Hacer tus recetas más saludables implica utilizar la mayor variedad de alimentos posible. Esto asegura la ingesta de todos los nutrientes que necesita el organismo. No te limites a cocinar siempre con los mismos ingredientes. Pon a prueba tu imaginación preparando nuevos platos y buscando sabores diferentes.
Además, la dieta debe ser equilibrada en macronutrientes, es decir, en proteínas, carbohidratos y grasas. Para conseguirlo, lo mejor es planificar tu menú semanalmente.
Opta por métodos de cocción saludables
Aprende cómo cocinar los alimentos de manera saludable. Elige métodos de cocción como la plancha, el horno, el vapor, el papillote, el wok… Evita, por el contrario, las frituras, los rebozados y aquellas técnicas que impliquen aumentar el valor calórico del alimento.
Reduce el consumo de sal
El consumo excesivo de sal es un factor de riesgo importante para la hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares. Para que nuestras recetas sean más saludables es fundamental reducir la cantidad de sal que añadimos. En su lugar, condimenta tus platos con hierbas y especias. También puedes optar por las versiones reducidas en sodio de ciertos productos.
No abuses de los aliños
Un último consejo para hacer tus recetas más saludables: cuidado con los aliños y las salsas. Evita las salsas procesadas, excesivamente calóricas generalmente y llenas de grasas saturadas. Utiliza en su lugar vinagretas ligeras hechas con aceite de oliva o salsas elaboradas con una base vegetal, como la salsa de tomate. Si vas a utilizar aliños calóricos, hazlo con moderación y en pequeñas cantidades.
En resumen, hacer que tus recetas sean más saludables implica elegir alimentos frescos y de temporada, siempre priorizando los de origen vegetal. Evita las grasas saturadas para cocinar y controla el consumo de sal. Por último, y no menos importante, acuérdate de beber suficiente cantidad de agua a lo largo del día. Siguiendo estas pautas disfrutarás de una alimentación sana y equilibrada. ¡Buen provecho!