Cómo hacer puré de patatas cremoso

¿Quieres acompañar tus platos de una guarnición sencilla, económica y deliciosa? No te pierdas esta receta puré de patatas casero. Queda muy cremoso y suave al paladar. Te va a encantar.

Receta para hacer puré de patatas cremoso

Las guarniciones con patata son ideales para acompañar y complementar nutricionalmente cualquier plato de carne, pollo o pescado. La patata es un ingrediente muy barato, versátil y que suele gustar a toda la familia. Después de haberte explicado cómo hacer patatas a lo pobre o cómo preparar patatas al horno para guarnición, vamos con una guarnición sencilla y de toda la vida: un puré de patata casero.

Puré de patatas con mantequilla, con leche, sin leche… Existen muchas formas de preparar este clásico acompañamiento. En esta ocasión haremos un puré de patatas cremoso, muy rico, condimentado con una pizca de pimienta blanca y de nuez moscada para realzar su sabor. Si lo pruebas, se convertirá en uno de tus favoritos.

Cómo hacer puré de patatas cremoso

1. Lava las patatas y córtalas en 2 o 3 trozos. Así se cocinarán bien por dentro. Déjales la piel para que no absorban demasiada agua y conserven mejor el almidón que contienen.
2. Pon agua a hervir y añade un poco de sal. Cuando rompa el hervor, echa las patatas y cuécelas hasta que estén completamente tiernas. Tardarán 30-35 minutos, según sea el tamaño.
3. Cuando estén hechas, deja que se enfríen un poco, lo justo para que no te quemes, y pela las patatas.
4. Cuando aún están calientes, cháfalas hasta obtener un puré de patata de textura homogénea. Lo ideal es usar un prensador de patatas o un utensilio especial para aplastarlas. Aunque cuesta un poco más, también puedes usar un tenedor.
5. Mientras, calienta la nata y la leche en el microondas. Una vez tengas aplastadas las patatas, añade la mantequilla a temperatura ambiente, junto con la leche y la nata que acabas de calentar. Sazona también con sal, una pizca de pimienta blanca y un poquito de nuez moscada molida.
6. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes se integren. Comprueba la consistencia del puré de patatas y, si lo quieres un poco más ligero, incorpora otro poco de leche o nata, como prefieras. Prueba también el punto de sazón.
7. Finalmente, sirve tu puré de patatas cremoso cuando está calentito. Puedes decorarlo con unas hierbas frescas, como perejil o cebollino.

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Más consejos para hacer puré de papas cremoso

Para obtener el puré, evita triturar las patatas con una batidora o robot de cocina tipo Thermomix. Cuando el almidón de la patata se trabaja demasiado, como ocurre si usamos este tipo de electrodoméstico, la textura del puré queda correosa y demasiado líquida; todo lo contrario a lo que buscamos.

Las patatas deben estar bien cocidas antes de aplastarlas. Si están poco cocidas te quedarán trocitos de patata más duros que, aunque no afecta al sabor, sí a la textura de tu puré. Por cierto, las patatas se deben chafar siempre en caliente. Si esperas a que estén frías, no te quedará un puré de patatas esponjoso.

Lo ideal es consumir el puré de patatas caliente o, como mucho, templado. Una vez se enfría, se endurece ligeramente.

Puedes jugar con la proporción de mantequilla, leche y nata en función de la cremosidad que deseas. De hecho, hay algunas recetas que incorporan mucha más cantidad de mantequilla, pero el valor calórico del puré de patatas también es mucho mayor. La nata que usamos en esta receta es nata para montar, es decir, la que tiene un porcentaje de grasa de un 35 % más o menos.

¿Qué especias echarle al puré de patatas?

Como has visto más arriba, yo he enriquecido el puré de papas con pimienta blanca y nuez moscada. Esto es opcional. Otro truco que puedes probar es añadir algunas hierbas al agua de cocción para que le den sabor a las patatas, como laurel, tomillo o romero.

En realidad puedes jugar con cualquier especia que te guste. Si te van los sabores intensos y exóticos, prueba con comino, curry o cúrcuma.

¿Qué patata es la mejor para hacer puré de patatas?

Para hacer un puré de patatas cremoso y esponjoso debemos partir de la materia prima adecuada que, en este caso, será una buena patata para cocer. Lo ideal es que tengan una textura tirando a harinosa o, en otras palabras, un contenido en almidón alto. Este es fundamental para conseguir la consistencia que buscamos.

Las patatas con más almidón tienden a absorber más líquido y a hincharse, lo que ayuda a que se deshagan bien y a obtener una consistencia más esponjosa. Las patatas con menos almidón, en cambio, quedan más enteras una vez cocidas y el puré quedará más «tieso».

Aunque existen muchas variedades de patata aptas para puré, las más fáciles de encontrar son la monalisa, la kennebec, la patata gallega o la patata agria, por ejemplo.