Esta receta de natillas caseras es de las más ricas y fáciles que vas a encontrar en el blog. Y es que, aunque la repostería creativa haya triunfado en los últimos años, creo que los dulces tradicionales siempre deben tener un lugar en nuestros recetarios.
Uno de los postres más sencillos y ricos que hay son las natillas caseras, ¿verdad? A mí me encanta esa textura tan cremosa y, sobre todo, su inconfundible aroma a canela. Yo no les suelo poner galletas encima pues prefiero disfrutar de su sabor tal cual, pero sé que es algo muy popular, así que lo dejo a tu elección.
Aprovecho para comentarte que, aunque me gusta respetar las recetas de toda la vida, hace un tiempo preparé una versión de las natillas tradicionales que me encantó. Se trata de unas natillas de naranja con un toque de chocolate. Quedan buenísimas y, si te van los sabores frescos y afrutados, te recomiendo que las pruebes.
Sin embargo, lo que aquí nos ocupa es la receta de las natillas clásicas, la de toda la vida, así que ahora mismo te cuento cómo se preparan.
Ingredientes para hacer natillas caseras. Cantidades para 3 raciones.
- 500 ml de leche entera
- 4 yemas de huevos L o XL
- 80 g de azúcar blanca
- 20 g de maicena (2 cucharadas)
- 1 rama de canela
- piel de medio limón (evita la parte blanca)
- canela molida para decorar
- 3 galletas María (opcional)
Cómo hacer natillas caseras de manera fácil
- Comienza por infusionar la leche con la canela y la piel del limón. Para ello coloca estos tres ingredientes en un cazo, llévalo a ebullición y, cuando rompa a hervir, retíralo del fuego. Deja reposar al menos unos 15 minutos para que la leche se impregne bien de todos los aromas.
- Mientras tanto, con unas varillas bate las yemas, el azúcar y la maicena en otro recipiente hasta obtener una mezcla sin grumos.
- Cuando la leche haya reposado viértela sobre la preparación anterior a través de un colador para retirar las pieles y la canela. Bate todo muy bien.
- Devuelve la mezcla al cazo que estabas usando pasándola de nuevo por el colador. Ponlo al fuego de nuevo.
- Calienta a fuego suave durante unos 10 minutos sin parar de remover. Poco a poco verás que las natillas van espesando. Es importante que insistas en el fondo del cazo para que no se pegue nada ahí. Debes cocinar la mezcla hasta obtener una crema capaz de cubrir completamente el dorso de una cuchara.
- Cuando las natillas estén listas, viértelas en los recipientes y tápalos a piel con film transparente. Tapar a piel significa colocar el plástico de manera que esté en contacto directo con la superficie de nuestra preparación.
- Mételas en la nevera y déjalas enfriar al menos 3 horas. Si las puedes refrigerar un poco más de tiempo, mejor.
- Finalmente, retira el film de tus natillas caseras, decora con un poco de canela, ¡y a comer!
Consejos para hacer natillas caseras de huevo
- Yo he aromatizado mis natillas con canela y limón, pero puedes usar también piel de naranja o media vaina de vainilla. Combina estos aromas como más te guste.
- Es fundamental que remuevas constantemente las natillas mientras se espesan. De esta manera favorecemos que la crema cuaje uniformemente y ni se formen grumos ni se pegue. No obstante, si te has despistado siempre puedes pasar la mezcla por un colador o un chino antes de repartirla entre los recipientes.
- Como te decía más arriba yo solo he adornado las natillas con un poco de canela molida, pero también es muy típico colocarles una galleta María encima. Si quieres que la galleta se quede blandita, ponla después de llenar los recipientes con las natillas. Si, por el contrario, te gusta que la galleta esté crujiente, colócala justo antes de servir las natillas.
- Cuando peles el limón, acuérdate de retirar solo la parte amarilla, pues lo blanco es mucho más amargo. Si la cáscara se te parte en trocitos, no pasa nada, lo importante es que no te lleves la parte blanca. A mí me va bien hacerlo con un pelador de verduras, pero también se puede hacer con un cuchillo bien afilado.