Esta receta de albóndigas al horno es perfecta para disfrutar de este plato tradicional de una forma más saludable. Además, nos evitamos esas engorrosas frituras que al final nos acaban manchando toda la cocina. Salen muy jugosas y, con la salsa de tomate casera con la que las vamos a acompañar, quedan de lujo.
Además, otra ventaja de elaborar las albóndigas en el horno es que prácticamente no se mancha la cocina, pues nos evitamos engorrosas frituras. Por lo tanto, nos ahorramos el uso del aceite y nos salen más económicas. ¡Todo son ventajas!
Como intento hacer mis platos de albóndigas lo más ligeros posible, he utilizado solamente carne de ternera para elaborarlas, pero perfectamente podéis mezclarla con carne de cerdo para que queden más jugosas todavía. No obstante, os aseguro que así salen muy ricas.
El único inconveniente de esta receta es que las albóndigas no quedan completamente redondas. Al cocinarse mientras están apoyadas sobre una superficie, en este caso la bandeja del horno, quedan planas por ese lado. No obstante ese pequeño defecto se disimula al cubrirlas de salsa y es prácticamente imperceptible.
Dicho todo esto, vamos a ver cómo hacer albóndigas al horno y algunos trucos para que os queden perfectas.
Utensilios para preparar albóndigas al horno, sin freír
- Un bol amplio para mezclar los ingredientes
- La bandeja del horno
- Papel vegetal
- Un par de platos para rebozar las albóndigas
Ingredientes para hacer albóndigas al horno sin freír
- 600 g de carne picada (solo ternera, o mezclando ternera y cerdo)
- 50 g de cebolla
- 30 g de miga de pan
- 40 g de leche
- 1 huevo
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de perejil
- 1 chorrito de aceite de oliva (opcional)
- pan rallado (o harina para rebozar)
- sal
- pimienta
Ingredientes para hacer albóndigas al horno
Cómo hacer albóndigas al horno caseras sin freír. Elaboración paso a paso
- Lo primero que haremos será poner a remojo el pan con la leche.
- A continuación hay que picar la cebolla en trocitos bastante pequeños. La vamos a mezclar directamente con la carne, por lo que, cuanto más pequeños sean, mejor se integrarán con el resto de ingredientes.
- Igualmente picamos bien el ajo y el perejil.
- Colocamos la carne picada en un recipiente amplio y añadimos los ingredientes que acabamos de picar, el huevo y el pan remojado en leche.
- Sazonamos con sal y pimienta al gusto.
- Mezclamos bien con la ayuda de un tenedor, si no queremos mancharnos, o directamente con las manos. Trabajamos la masa hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados.
- Ahora toca el paso de la receta más entretenido y que más tiempo nos llevará: bolear las albóndigas. Si tenéis niños, es una tarea ideal para que la puedan realizar ellos, pues les divierte mucho y, de paso, os echan una mano en la cocina. Por cierto, mi truco para mancharme menos es hacer todas las bolas de una vez, lavarme las manos, y después las pasar las albóndigas por el pan rallado. Si vamos alternando el dar forma a la bola con el rebozado nos ensuciaremos más las manos.
- Para hacer las albóndigas tomamos una pequeña cantidad de masa con las manos, o con una cuchara, y vamos realizando las bolitas. Cuando tengamos todas las albóndigas boleadas, colocamos el pan rallado o harina en un platito y las vamos rebozando una a una. Tienen que quedar bien cubiertas pero sin exceso de pan rallado.
- Una vez rebozadas, las vamos depositando en la bandeja de horno sobre la que habremos colocado una hoja de papel vegetal. Este papel no es imprescindible, pero resulta muy cómodo, pues la bandeja del horno apenas se mancha. De manera opcional echamos un chorrito pequeño de aceite de oliva sobre cada albóndiga. Así quedarán más jugosas pero no estaremos añadiendo grasas saturadas.
- Con el horno precalentado a 190 ºC, las horneamos durante unos 15 o 18 minutos. El tiempo exacto dependerá del tamaño de las albóndigas. Cuanto más grandes sean, más tiempo tardarán en hacerse. A mitad de cocción podemos darles la vuelta para que se doren de forma más uniforme por ambos lados. No obstante este paso no es imprescindible; yo no lo hago siempre.
- Lo más importante es que no queden secas, por eso os aconsejo no pasaros con el horno. Pasados los primeros 15 minutos, echad un ojo a ver cómo van. El punto de cocción óptimo es el que tienen cuando el centro de la albóndiga está ligeramente sonrosado aún. Si es necesario, abrid una albóndiga para comprobarlo.
- Una vez listas, sacamos las albóndigas del horno y las acompañamos de la salsa que más nos guste. Como podéis ver en las imágenes, yo he elegido una salsa de tomate casera, una opción sencilla y clásica pero que gusta a todo el mundo.
- Y os propongo otra versión de cocinado de las albóndigas. También podéis sacarlas del horno unos minutos antes de que se cocinen por completo, añadirlas al recipiente donde estemos preparando la salsa y darles un último hervor ahí. De esta manera ayudamos a que se integren todos los sabores.
¿Cómo hacer unas albóndigas al horno jugosas sin freír?
- Como ya os he comentado, la finalidad de esta receta es elaborar unas albóndigas jugosas y ligeras a la vez. Pero, ¿cómo hacer unas albóndigas sin freír que salgan ricas? Pues bien, uno de los trucos que utilizo es añadir cebolla bien picada. Este ingrediente aporta humedad a la masa de las albóndigas sin añadir apenas calorías.
- Otro de los trucos para que queden jugosas es agregar la miga de pan remojada en leche. Prefiero la miga al pan rallado, pues creo que este reseca un poco la masa.
- Para que salgan jugosas es recomendable que el tamaño de las albóndigas no sea excesivamente pequeño. No hagas bolitas demasiado pequeñas, pues en el horno se secan con más facilidad.
- Y no os olvidéis de controlar el tiempo de horneado para evitar que se cocinen en exceso.
Variaciones de esta receta de albóndigas al horno caseras
- Se le pueden añadir trocitos de zanahoria cortados en trocitos pequeños. Este ingrediente aporta jugosidad extra y un sabor muy rico.
- ¿Un toque crujiente? Tuesta unos cuantos piñones en la sartén, machácalos con un mortero y añádelos a la masa de las albóndigas en crudo.
- En lugar de salsa de tomate puedes utilizar la clásica salsa española u otra salsa que combine bien con carnes para acompañar a tus albóndigas.
- Intenta acompañar este plato de albóndigas de una guarnición ligera. Huye de las patatas fritas típicas e intenta sustituirlas por patata asada o un poco de arroz. La guarnición que ves en las imágenes es arroz integral.
- En cuestión de albóndigas, cada maestrillo tiene su librillo, aunque aquí deberíamos decir que cada madre o cada abuela tiene su receta. Por eso os sugiero que intentéis adaptar vuestras recetas favoritas de albóndigas a esta forma de cocción, para que así podáis disfrutar de ellas de una manera más saludable.
Un truco para bolear las albóndigas sin casi mancharnos las manos consiste en hacerlo con una taza. Vierte un poco de pan rallado en el interior de la taza, coloca una porción de carne dentro y mueve la taza haciendo círculos. La carne irá tomando forma redonda según vaya chocando contra las paredes. Es una manera más lenta de hacer las bolitas pero mucho más limpia.
Cristóbal dice
Muy fácil y muy ricas! Es mejor hacerlas sin prisas, porque hacer bien las bolitas lleva un rato, pero el resultado merece el pequeño esfuerzo.
Tal y como se dice en la receta, son más ligeras que las fritas, pero no por ello menos sabrosas, y admiten muchas variaciones: por ejemplo, el pimentón dulce le va bien a la mezcla. Se puede añadir también jamón york o pavo (bien picaditos, claro) a la carne, y le dará un toque de suavidad.
Una pregunta: ¿quedarán bien si se hacen con carne picada de pavo o de pollo?
Gracias!! 🙂
Código Cocina dice
Pues supongo que sí, aunque la carne de pavo es un poco más seca. Habría que probarlo y ajustar un poco el resto de ingredientes si fuera necesario.
Angela Garcia dice
Wowwwww!!!!! Me quedaron deliciosas gracias a ti❤️ Es muy fácil de hacer…. mil gracias.
Código Cocina dice
Ay, ¡mil gracias a ti! Un saludo y me alegra mucho que te hayan gustado.
Irina dice
Esta receta la voy hacer hoy mismo, probaré versión con salsa española, a ver qué tal.
Un truco que me enseño mi abuela es que echamos patata cruda, rallada finamente, en vez de pan, para dar jugosidad a las albóndigas
Código Cocina dice
¡Hola! Claro, puedes añadir la salsa que más te guste. Y respecto al truco de ponerle patata, nunca lo había oído pero lo probaré a ver qué tal porque suena muy bien. Un saludo.
Antonio dice
Muy buenas!! Mi duda es si una vez horneadas se pueden congelar??
Código Cocina dice
Sí se puede.