
Son ligeros, esponjosos y llevan muy pocos ingredientes. Disfruta del sabor de un dulce de toda la vida preparando esta receta de buñuelos de viento tradicionales. Te sorprenderá lo fáciles que son de hacer.
Receta de buñuelos de viento tradicionales
Los buñuelos de viento son uno de los dulces más clásicos de la gastronomía española. Aunque en mi casa se han tomado siempre durante la festividad de Todos los Santos, en muchas casas son también un postre muy popular en Semana Santa, junto a otras delicias típicas de Pascua como la leche frita, las torrijas o los huesillos.
También llamados buñuelos dulces fritos en algunos lugares, los buñuelos de viento tienen este nombre porque su interior queda prácticamente hueco y son muy ligeros. Se pueden tomar solos y están muy ricos, pero lo más habitual es rellenarlos de crema pastelera, chantilly, trufa, cabello de ángel… Eso ya va en gustos.
Al contrario de lo que te pueda parecer, su preparación es muy sencilla. Y a poco que te guste la repostería, estoy segura de que tienes todos los ingredientes en casa. Si te animas a prepararlos, no podrás comer solamente uno. Son realmente adictivos.
¿Quieres saber cómo hacer buñuelos de viento tradicionales? Pues toma nota de la receta.
Ingredientes para hacer buñuelos de viento. Cantidades para 40 unidades aproximadamente
- 250 ml de agua
- 40 g de mantequilla
- 40 g de azúcar blanca
- 150 g de harina todo uso
- 1/4 de cucharadita de levadura
- ralladura de 1 limón pequeño
- 1 pizca de sal
- 4 huevos medianos-grandes
- Aceite de girasol (para freír)
- Azúcar blanca (para emborrizar los buñuelos)

Cómo hacer buñuelos de viento
Prepara la masa de los buñuelos de viento
- Lava bien el limón y ralla la piel. Retira solo la parte coloreada, no la blanca.
- En un bol, vamos a mezclar los ingredientes secos. Tamiza la harina junto con la levadura. Esto es importante porque nos ayuda a eliminar alguna pelotita que tenga la harina, lo cual se transformaría luego en un grumo en nuestra masa. Añade la ralladura de limón y mezcla un poquito. Reserva.
- Por otro lado, en una cazuela, pon a calentar el agua junto con la mantequilla, el azúcar y el pellizco de sal. Ve removiendo con una cuchara de madera hasta que la mantequilla se funda.
- Ahora, añade de golpe la harina que habías reservado antes y mezcla enérgicamente con la cuchara hasta formar una bola que se despegue de las paredes. Tardarás un minuto en hacerlo, más o menos.
- Retira la cazuela del fuego y deja entibiar. No te saltes este paso.
- Cuando la masa haya perdido temperatura, añade los huevos uno a uno y mezcla con paciencia hasta que se integren. Yo los abro aparte para asegurarme de que no cae nada de cáscara. Te deberá quedar una masa semilíquida y sin grumos.
- Tápala con film a piel, que la película está en contacto con la masa, y déjala reposar 20-30 minutos en la nevera.



Fríe tus buñuelos y échales azúcar
- Calienta aceite de girasol en un cazo o sartén un poco honda. Tienes que poner la cantidad suficiente como para que los buñuelos floten.
- Con ayuda de dos cucharitas toma una porción pequeña de masa y deposítala en el aceite. Procura darle la forma más redondeada que puedas, aunque verás que al hincharse quedan bastante redonditos.
- Fríe tus buñuelos de viento hasta que estén dorados. Durante el proceso dales algunas vueltas para que se hagan de manera uniforme.
- Sácalos del aceite, escúrrelos bien colócalos sobre papel de cocina. Cuando aún estén calientes, emborrízalos con azúcar. ¡Y ya los puedes disfrutar!




Consejos para hacer buñuelos de viento tradicionales
Aunque para las frituras saladas me gusta más usar aceite de oliva, para los dulces fritos uso aceite de girasol, pues no aporta sabor adicional. El aceite tiene que estar caliente, pero intenta que no llegue a humear, pues esto significa que se está quemando.
Con las cantidades que te doy obtendrás unos 40-50 buñuelos. Aunque aguantan varios días en la nevera, como más ricos están es recién hechos, así que, si no sois muchos en casa, puedes utilizar la mitad de las cantidades. Ojo con la levadura, porque en ese caso necesitarías muy, muy poquita.
Evita usar huevos demasiado pequeños o demasiado grandes, pues estarás alterando la proporción de la receta. Si ves que la masa te queda muy densa, puedes añadir otro poquito de huevo, siempre batiéndolo antes, porque igual no te hace falta echarlo entero. Y si ves que, en tu caso, añadiendo tres huevos solamente ya has conseguido la consistencia adecuada, no incorpores más.
Puedes rebozar tus buñuelos dulces fritos con una mezcla de azúcar y canela. Tendrán aún más sabor a postre de Semana Santa, si cabe. Como te decía más arriba, puedes rellenarlos de la crema que más te gusten.