Estas albóndigas de pollo en salsa son el plato ideal para disfrutar de una agradable comida en familia. Suelen gustar tanto a mayores como a pequeños y son más saludables que las tradicionales, pues no están elaboradas con carne roja.
Las albóndigas quedan muy jugosas, especialmente si usas el contramuslo, cuya carne es menos seca que la pechuga. No obstante, puedes utilizar las piezas de pollo que prefieras o incluso mezclar hacer una mezcla con varias.
Lo ideal es que tú mismo piques la carne de pollo en casa, ya sea con alguna picadora o, si tienes paciencia y maña, a cuchillo. Así sabrás la calidad de la materia prima que estás usando. En su defecto, pide al carnicero que te la pique.
Intenta evitar esas bandejitas preparadas que venden en los supermercados, pues por lo general no tienen mucha calidad. Por curiosidad, mira la etiqueta de alguna de ellas y ya verás que lleva muchos otros ingredientes que no son pollo.
No existe una única receta de albóndigas de pollo en salsa, sino infinidad de ellas en función de los ingredientes que utilicemos. Como vas a ver a continuación, mi receta es bastante sencilla. La salsa lleva una base de sofrito, un caldo y poco más, por lo que será muy fácil prepararla.
Dicho todo esto, ¿quieres aprender cómo hacer albóndigas de pollo caseras? Pues ahora mismo te lo explico. Toma nota.
Ingredientes para hacer albóndigas de pollo. Cantidades para 4 personas
- — PARA LAS ALBÓNDIGAS —
- 500 g de carne de pollo picada (yo usé contramuslos)
- 1 huevo
- 1 rebanada de pan de molde sin la corteza
- leche para remojar el pan
- 1 diente de ajo grande
- perejil fresco picado
- — PARA LA SALSA —
- 500 ml de caldo de pollo
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- 1 tomate muy maduro
- 1 cucharada colmada de harina (que se me olvidó incluirla en la foto de más abajo, por cierto)
- — PARA FREÍR —
- pan rallado
- aceite (de oliva o de girasol según tu gusto)
Cómo hacer albóndigas de pollo
Prepara las albóndigas
- Pica el diente de ajo bien pequeñito. Para las albóndigas usaremos la mitad del diente de ajo y el otro medio para la salsa.
- Lava y pica finamente el perejil fresco.
- En un recipiente grande echa la carne de pollo, el medio diente de ajo, el pan remojado en leche, el huevo y el perejil. Salpimenta.
- Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Si la masa te quedara demasiado suelta y poco manejable, puedes añadir un poquito de pan rallado.
- Forma las albóndigas con las manos y rebózalas en pan rallado. Procura que todas sean de un tamaño similar para que se cocinen uniformemente.
- Fríelas en abundante aceite hasta que estén doraditas por fuera. Hazlo en tandas de pocas unidades y ve dándoles la vuelta para que tomen color de manera uniforme. Ahora no es necesario que se cocinen completamente, pues luego les daremos una segunda cocción junto con la salsa.
- Cuando estén todas las albóndigas listas, resérvalas.
Prepara la salsa de las albóndigas
- Pica la cebolla en brunoise, es decir, en cubitos pequeños. Parte también la zanahoria en trocitos pequeños.
- En una cazuela amplia, ten en cuenta que luego cocinaremos ahí todas las albóndigas, echa un poco de aceite y pocha la cebolla con el ajo que nos había sobrado de la anterior preparación. Si quieres puedes añadir un poco más de ajo. También incorpora un pelín de sal para ayudar a que la cebolla sude.
- Cocina ambos ingredientes hasta que la cebolla esté bien blandita y ligeramente transparente.
- Añade la zanahoria y, seguidamente, el tomate pelado y muy picado.
- Incorpora la cucharada de harina, mézclala con el sofrito y deja que se cocine un par de minutos. La harina ayuda a dar consistencia a la salsa.
- Añade el caldo de pollo y deja que se cocine unos 15 minutos hasta que reduzca y se forme una salsita ligeramente espesa.
- Coloca las albóndigas en la cazuela, tapa el recipiente y deja que todo se cocine a fuego suave durante 5 o 6 minutos más o menos. En este tiempo las albóndigas terminarán de hacerse por dentro.
- Rectifica el punto de sal y sirve las albóndigas de pollo con salsa. Puedes espolvorear el plato con un poco más de perejil picado.
Consejos para hacer albóndigas de pollo
- Si vas a hacer albóndigas de pollo puedes aprovechar y preparar un poco más de cantidad. Así podrás congelarlas y disfrutar de ellas cuando te apetezca. Puedes hacer dos cosas, bien congelar las albóndigas con la salsa, o bien congelar las albóndigas en crudo por un lado y la salsa por otro. En el primer caso solo tendrás que calentar el plato. En el segundo, deberás freír las albóndigas y mezclarlas con la salsa posteriormente.
- Para freír las albóndigas el aceite debe estar a la temperatura adecuada. Ni muy caliente, porque se quemarán rápido por fuera, ni muy frío, pues quedarán aceitosas. Para comprobar si las estás friendo a la temperatura correcta abre una albóndiga: deberá estar doradita por fuera y ligeramente cruda por dentro. Se terminarán de hacer junto con la salsa.
- La carne de pollo no es como la de vacuno: las albóndigas deben quedar bien hechas por dentro al final de la cocción con la salsa. Es bastante peligroso comer carne de pollo cruda.
- Puedes variar los vegetales que uses para hacer la salsa a tu gusto. Si te apetece puedes echarle un poco de pimiento verde al sofrito, unos guisantes a la salsa…